Ya hay centros educativos que han implementado tecnología similar a la que utilizan las smart cities para enseñar mucho mejor a sus alumnos.
La pandemia de COVID-19 transformó el sistema educativo mundial. Los estudiantes empezaron a aprender a distancia mediante dispositivos digitales conectados al Internet de las Cosas (IoT). Años de digitalización de las aulas condujeron a la perfecta transición de la educación presencial a la remota.
Las pizarras inteligentes, los ordenadores y otros dispositivos electrónicos mejoran los programas educativos avanzados, dando a cada estudiante la oportunidad de tener éxito. Cuando los estudiantes vuelven a las aulas, las escuelas integran la analítica y la gestión de datos para seguir apoyando los diferentes estilos de aprendizaje. El IoT muestra un potencial prometedor para mejorar la eficiencia y la comodidad de la educación, desde la mejora de la seguridad del transporte hasta la protección de la salud de los estudiantes.
Cómo la tecnología de las ciudades inteligentes apoya a las escuelas
Muchas ciudades están estableciendo nuevas normativas que mejoran la sostenibilidad, reduciendo la contaminación superficial y atmosférica con infraestructuras verdes. La tecnología de las ciudades inteligentes mejora eficazmente la eficiencia energética de las zonas urbanas y muestra un potencial prometedor para apoyar a las instalaciones educativas.
Los colegios están implantando versiones a menor escala de la tecnología IoT, que actúan como modelo para los sistemas de toda la ciudad. También están iniciando objetivos de reducción de emisiones. Las escuelas pueden mejorar la conservación ecológica, potenciar la inclusión social y promover el crecimiento económico cuando utilizan la tecnología educativa de las ciudades inteligentes.
Las escuelas pueden mejorar el flujo de trabajo de los estudiantes, los servicios y la preservación de los recursos naturales utilizando sistemas de IoT, big data, computación en la nube y tecnología de sensores. Los centros educativos pueden ayudar a diseñar ciudades inteligentes mostrando la eficiencia y el éxito de los avances tecnológicos. Las escuelas inteligentes también apoyan los espacios urbanos porque el sistema educativo es la columna vertebral del desarrollo, moldeando las mentes de los futuros desarrolladores de infraestructuras.
Sistemas de aprendizaje a distancia para la sostenibilidad
Un aspecto de las escuelas inteligentes son los sistemas de aprendizaje a distancia. Algunos alumnos tienen limitaciones físicas, mentales y emocionales que les impiden aprender en el aula. El intercambio de datos en tiempo real ayuda a los profesores a conectar con los niños en casa, aumentando su acceso a la educación en igualdad de condiciones.
Los sistemas de aprendizaje a distancia de IoT también reducen las emisiones del transporte y mejoran la conservación de la atmósfera. El sector del transporte es responsable de casi 7.300 millones de toneladas de emisiones globales, lo que se suma al aumento del efecto invernadero. Reducir la demanda de transporte disminuye los efectos ecológicos adversos.
Las escuelas también pueden minimizar la huella de carbono de los estudiantes presenciales conectando sus dispositivos digitales a paneles solares fotovoltaicos. Sólo la iluminación representa casi el 26% del consumo de energía de un centro educativo. Conectar el sistema de iluminación de una escuela a paneles fotovoltaicos puede reducir eficazmente las emisiones y mejorar su eficiencia energética.