El momento en el que un cliente está en el probador, es cuando decide más acerca de si se quedará la prenda o no. Curiosamente, la fase o momento del proceso de compra en la que menos incidencia tienen las empresas.
Durante el pasado Smart Data Summit tuvimos la oportunidad de asistir a una ponencia cuyo grado de innovación resaltaba. De la mano de Juan Francisco García, Director de Big Data & Avanced Analytics en Grupo CMC y Gonzalo Martín Ortega, Cofundador de Jogotech, conocimos un caso práctico bastante peculiar: El de los espejos inteligentes. ¿Los conocías?
Como en todo, las empresas lo que intentan es analizar sus procesos de negocio, ver las diferentes áreas en las que pueden introducir mejoras y sobre todo poder medir el retorno de la inversión.
Precisamente de esto nos habló Gonzalo Martín Ortega quien comenzó el caso práctico diciendo que “todo el filo tecnológico estaba yendo hacia el mundo online, pero nos dimos cuenta que todos los beneficios que teníamos en la tienda online en referencia a la trazabilidad y conocimiento del cliente, no lo teníamos en la tienda física. Por tanto, decidimos estudiar el proceso de compra en una tienda física, y analizándolo nos dimos cuenta de que la tienda tiene diferentes procesos, pasando desde el escaparate, la iluminación, el mobiliario, la música..todo está super preparado. Al igual que como colocan los elementos, todo está super preparado”.
Gonzalo continuó alegando que “en el probador, igual. Intentan que sea cómodo, que tengas un buen espejo… y por último en la siguiente fase, en la caja, lo pagas. Aquí tienes el último punto de contacto en el que se intenta incrementar las ventas con compras complementarias”.
Por lo tanto, desde su compañía y analizando todo este proceso se dieron cuenta de que en el momento en el que estás en el probador, es cuando el cliente decide más acerca de si se quedará la prenda o no. Curiosamente, la fase o momento del proceso de compra en la que menos incidencia tienen las empresas.
“Es por ello por lo que nuestra idea, intentando dar una solución a esto, fue realizar un espejo digital. La funcionalidad principal de esto es que puede influir en ti. Puedes pedir otras tallas, ropas, colores, recomendaciones…sin salir del probador. La idea sobre todo es esa, no tener que salir del probador”, explicó Martín.
Beneficios claros de los espejos inteligentes:
- Para el cliente no tener que salir del probador (también para la pareja que no tiene que ir tampoco).
- Para la cadena, el poder de influir a sus clientes en el momento que tienen que influir que es durante el probador.
- Conocer mejor al cliente. Hasta ahora lo que había en la tienda física era una caja negra para las cadenas, era una sensación más bien cualitativa, si estaba lleno, o no, etc. Ahora toda la trazabilidad que podemos tener en el canal online, la podemos tener también en el canal offline.
Esta solución a nivel tecnológico está compuesta por la pantalla, los relojes inteligentes que llevan los operarios y dependientes, y el panel de zona de probadores que detecta las prendas que entran al probador. Además, incluye un panel analítico donde tendremos toda la información del cliente, toda su trazabilidad.
Por su lado, Juan Francisco García, responsable de la parte analítica del proyecto argumentó que “nosotros lo que hacemos es recoger todos los dispositivos desde el panel de proveedores, los relojes, los productos escaneados, las peticiones que se atienden por parte de los dependientes..etc. Subimos todos los datos a un entorno cloud en el cual vamos creciendo en base a las diferentes tiendas que tengamos. Hacemos un procesamiento, limpieza y homogeneización de los datos, integración y procesamiento analítico y ofrecemos resultados analíticos: KPIs Mapas, algoritmos, informes estándares con niveles de granularidad y visión e informes ad hoc para diversos perfiles de usuarios”