La IA generativa, como ChaGPT y DALL·E 2, amplía la resurrección digital, iniciada con deep fakes de Bruce Lee, Michael Jackson y Tupac.
Empresas emergentes como Here After y Replika están ofreciendo servicios para revivir a seres queridos a través de la inteligencia artificial generativa. Incluso antes de que ChatGPT se hiciera público, usuarios ya habían experimentado esta práctica, interactuando con sus seres queridos fallecidos basándose en textos y correos electrónicos.
El surgimiento de esta tecnología ha planteado cuestionamientos éticos y culturales sobre la interacción habitual con simulaciones digitales de los muertos. La llamada «magia oscura» de la nigromancia digital, que extrae recuerdos de los cementerios y los traslada a dispositivos electrónicos, ha despertado cierta cautela.
La IA permite el contacto con los muertos
A pesar de las preocupaciones, esta práctica no es nueva. A lo largo de la historia, las personas han empleado fotos, videos y reliquias como formas de recordar a los difuntos. La rapidez con la que la tecnología ha explotado las posibilidades necrománticas nos revela mucho sobre cómo se integra con nuestras prácticas existentes de duelo, recuerdo y evocación.
Estas empresas utilizan textos, grabaciones de voz, fotografías y videos proporcionados por los clientes para entrenar modelos de inteligencia artificial. Sin embargo, las preocupaciones sobre obligar a los muertos a actuar según un guion son examinadas detenidamente caso por caso.
En momentos de crisis, la gente reflexiona sobre lo que los fallecidos podrían haber dicho o hecho. Aunque la inteligencia artificial permite un procesamiento rápido de grandes cantidades de información, las conversaciones con los muertos simplemente son un espejo de lo que esa persona dejó en Internet.
La interacción digital con los muertos no debe confundirse con la realidad; más bien, es un hilo conductor a su memoria.
¿Qué es la nigromancia digital?
La nigromancia digital, que permite encuentros con personas fallecidas traídas de vuelta al presente gracias a la interacción digital, ha sido etiquetada por algunos como un fraude. Sin embargo, no hay que perder de vista que se trata de conversaciones con una IA.
Para llevar a cabo esta práctica, se usa como hilo conductor la información que dejó el fallecido en vida. Esto actúa como sustituto que permite pensar o comunicarse a través de ellos. La preocupación general sobre la nigromancia digital puede parecer exagerada; enfocarse en sus aspectos extraños y siniestros puede hacernos perder de vista cómo estas nuevas tecnologías se entrelazan con lo que ya somos y hacemos como seres humanos.