DIVE Medical es la responsable de esta iniciativa que comenzó en 2019 y que inicia ahora su segunda fase.
La startup española es pionera en salud ocular temprana y ha creado una tecnología médica con IA, TrackAI, que explora la función visual en todo tipo de pacientes. El proyecto comenzó en 2019 cuando realizaron un estudio en el que examinaron a más de 2.000 niños de edades diferentes.
En el estudio, coordinado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IISA), participaron hospitales y clínicas colaboradoras de diferentes países como el Hospital Universitario de Zaragoza, el National Institute of Ophthalmology de Hanoi, Hong Kong Eye Hospital, Russia Yasny Vzor ltd. de Moscú, y el Hospital Luis Sánchez Bulnes y la Asociación para Evitar la Ceguera (APEC) de México.
“Gracias a los datos recogidos de estos pacientes pediátricos, hemos entrenado nuestra red neuronal de Inteligencia Artificial. Contamos con un cribado muy completo de la función visual que puede utilizarse también en pacientes que no se pueden comunicar. Por ejemplo, bebés o personas con déficits neurológicos”, comenta Victoria Pueyo, Medical Advisor DIVE.
Segunda fase del estudio ya en marcha
En esta nueva fase, DIVE Medical busca dar a conocer el potencial de TrackAI en entornos reales. Por esta razón, durante el primer cuatrimestre de 2021, se introducirá en programas ya establecidos, tanto en centros del sector público, como privado. El objetivo es utilizar las métricas para demostrar los beneficios de esta herramienta.
A las instituciones sanitarias mencionadas anteriormente, se unen en esta segunda fase, el Hospital Universitario de Cruces en Bilbao, el Hospital de San Rafael de Madrid y The First Affiliated Hospital of Nanjing Medical University en China. En Arabia Saudí, están trabajando con el ministerio de Sanidad para colaborar con un centro de referencia en salud visual.
TrackAI, Inteligencia Artificial ligada a datos de seguimiento ocular
Los exámenes de la función visual de DIVE Medical se basan en la técnica eye tracking. Frente a la forma tradicional de evaluar los problemas de visión, los test oculares de DIVE muestran al paciente una serie de estímulos que permiten obtener medidas muy precisas, rastreando simplemente los movimientos de los ojos.
La interpretación de estas métricas suponen un reto para los trabajadores de la salud no especializados en oftalmología, que son los responsables de los cribados visuales. Por eso, DIVE ha sido diseñado para que cualquier persona pueda llevar a cabo el cribado visual de un modo óptimo.
Detección precoz de la discapacidad visual
El objetivo de TrackAI es poder detectar con un sencillo test de pocos minutos qué pacientes realmente necesitan ser derivados a un especialista. Esta tecnología, aplicada masivamente, constituirá un auténtico cribado temprano y eficiente de toda la población en riesgo.
Los datos de seguimiento ocular recopilados de cada niño se procesan en un smartphone con un chip específicamente diseñado para ejecutar modelos de IA. Estos modelos muestran en tiempo real el riesgo de que el paciente tenga algún problema visual actualmente o en desarrollo.
Teniendo en cuenta que el 80% de la información que percibe el ser humano lo hace a través de la visión, el diagnóstico temprano es clave en el desarrollo de los niños y puede ayudar a prevenir el 70% de los casos de discapacidad visual.