Ingenuity, el dron de la NASA, entra en la historia de la aviación como el primer vuelo a Marte. La tecnología robótica de Qualcomm ha sido la responsable de impulsar esta misión.
La plataforma, del tamaño de una tarjeta de crédito, permite un vuelo autónomo sin GPS. Esto es fundamental para navegar por zonas a las que el Rover Perseverance no puede acceder fácilmente y abre nuevas posibilidades de exploración. El vuelo inaugural, a más de 275 millones de kilómetros de la Tierra, obtendrá imágenes de alta resolución que, de otra manera, serían inalcanzables. La tecnología de Qualcomm también se está utilizando en el sistema de comunicación de Perseverance, lo que permite que los dos vehículos autónomos trabajen en conjunto para recopilar, preparar y enviar las imágenes al equipo JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA en la Tierra.
Ingenuity, una hazaña con un alto grado de dificultad
Marte tiene temperaturas escalofriantes, con noches en las que puede llegar a alcanzar los 90 grados bajo cero. Por eso, uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta es sobrevivir a la gélida noche marciana. Ingenuity es el primer helicóptero autónomo que ha conseguido pisar el planeta rojo. Si todo va como lo previsto, los datos que podrá extraer serán de suma importancia para otras exploraciones, incluidas las realizadas por astronautas, al aportar una visión aérea, hasta ahora nunca antes realizada.
Además de las temperaturas extremas, otro de los desafíos a los que se enfrenta es la propia operación. Dado que las señalas tardan unos minutos en llegar, dirigir un helicóptero mediante control remoto en tiempo real era una tarea complicada. Para la operación, Ingenuity debía recibir comandos transmitidos desde millones de millas de distancia y con un retraso de entre 3 y 22 minutos. Por eso, era fundamental asegurarse de que el sistema que manejara el funcionamiento autónomo del helicóptero, tuviera una potencia de cálculo lo suficientemente alta. Además, también debía tener un bajo consumo de energía, ya que para resistir al frío de las noches en Marte, gran parte de ese consumo proviene de un calentador.
Gracias a la tecnología Qualcomm, el helicóptero integra una plataforma robótica del tamaño de una tarjeta de crédito que permite el vuelo autónomo sin sistema de navegación GPS. La compañía empezó a trabajar en este proyecto en 2014 “para mostrar cómo el vuelo autónomo pude expandir el horizonte de la exploración espacial, la investigación y los datos para futuras misiones y diseños”, han asegurado en un comunicado.