Tecnología en los intercambios comerciales, ¿tienen las criptomonedas interés más allá del mundo de las inversiones?

Aunque la mayoría de nosotros nunca nos acercaremos al mundo de las criptomonedas más que como meros inversionistas si acaso, esta nueva forma de dinero, con la tecnología blockchain detrás, tiene un importante interés comercial, que puede ahorrar a empresas y consumidores muchísimo dinero.

Es más, la iniciativa de crear dinero digital ni siquiera es nueva, aunque muchos quizás no lo sepan, los primeros intentos son más viejos que muchos de nuestros lectores.

Dinero digital de la mano de internet

Los años 90 fueron testigos de cómo más y más hogares se conectaban a internet, formando la red de redes que conocemos hoy en día y cambiando el mundo para siempre, y en un ecosistema todavía por colonizar, pioneros y visionarios disponían del espacio necesario para sus revolucionarios proyectos.

Iniciativas como DigiCash o Beenz se proponían como una especie de moneda virtual, la primera de las cuales ya incluía el anonimato basado en la criptografía como característica fundamental. Por su parte Beenz llegó a recaudar una considerable cantidad de inversionistas de riesgo, aunque finalmente paso a la historia como un gigantesco fiasco.

Bitcoin se presenta en sociedad. El dinero basado en Blockchain

El año 2009 vio nacer a bitcoin de la mano de Satoshi Nakamoto, misterioso y quizás inexistente programador que creó el que ahora es uno de los productos financieros más deseados del mundo (el precio de bitcoin en febrero del 2020 es de cerca de 10 000 dólares), producto que podemos decir que fracasó en su objetivo principal, ya que casi nadie lo usa como dinero. El objetivo final suele ser más bien el de acumularlos con vistas a obtener beneficios futuros con su venta, o incluso algunos lo ven como forma de resguardar el dinero, a pesar de su elevada volatilidad.

Aún con todo, los intentos de usar las criptomonedas como moneda no dejan de sucederse, probablemente el intento más famoso a este respecto es el de Nueva Zelanda, donde ciertas criptomonedas han recuperado la función más antigua del dinero, la de pagar el jornal del asalariado, al menos en parte. Algunas de las condiciones para poder pagar parte del salario en criptomoneda es que esta sea fácilmente convertible en moneda fiat o que el trabajador no lo sea por cuenta propia, hablando en román paladino, que no sea un autónomo.

Son ya varios los países que reconocen criptomonedas como el bitcoin como moneda de curso legal, entre ellos España, EEUU, Japón (el primero de todos), Inglaterra…

Las criptomonedas como forma de simplificar movimientos transfronterizos del dinero

Mover moneda entre fronteras es caro, y lo es porque mantener reservas de divisas no es algo a lo que las entidades financieras le tengan un especial cariño. Una divisa en estado de reserva no genera beneficios, es más, poco a poco va desvaneciéndose, devorada por la inflación, y por lo tanto el que quiera cambiar su moneda por la divisa en estado de reserva, deberá pagar onerosas comisiones para compensar a la entidad que mantiene dichas reservas.

Pues monedas como Ripple XRP pueden ayudar a aliviar esa onerosidad asociándose con empresas de pagos transfronterizos. Al mantener dichas empresas reservas suficientes de la criptomoneda de Ripple logran intercambios de divisas mucho más baratos, al esquivar dichas comisiones. Bueno para el cliente que envía dinero a casa y bueno para la empresa, que abarata costos y se vuelve mucho más competitiva.

El movimiento de criptomonedas sin comisiones también beneficiaría al trabajador del párrafo anterior que cobrase parte del salario en criptomoneda; el trabajador desplazado al extranjero que cobrase el sueldo en criptomonedas no tendría más que cambiarlo por su divisa nacional una vez volviese a casa, sin costos adicionales.

Criptomonedas en el trading

Especular con el valor de la cotización de las criptomonedas es una de las opciones disponibles para quienes realizan trading online. En este caso el criptoactivo no es de nuestra propiedad, por lo tanto, no se consideraría una inversión al uso, en este caso se establecen contratos bilaterales entre el trader y el bróker basados en la cotización del activo, por lo tanto, es indiferente que éste suba o baje siempre y cuando el trader sepa situarse a favor de la tendencia del activo. Y por supuesto teniendo en mente que cuando realizamos trading online estamos operando con apalancamiento, lo que implica un alto riesgo para el capital del inversor, ya que al igual que incrementa las posibilidades de ganancias mayores también incrementa las de pérdidas mayores, o incluso el quedar con deudas si el bróker no nos protege frente a saldos negativos. Esto se debe a que tenemos la posibilidad de abrir posiciones muy grandes (a partir de crédito que nos “presta” el bróker), aportando nosotros una porción pequeña del total como garantía.

TE PUEDE GUSTAR

EVENTOS

RECIBE NUESTRA NEWSLETTER

*Email:

*Nombre:

*Empresa:

Cargo:

Sector:
     

Please don't insert text in the box below!

ESCUCHA NUESTRO PODCAST

SÍGUENOS EN RRSS

MÁS COMENTADOS

Scroll al inicio