T-Mobile y Sprint desarrollan una red 5G permitiendo que más usuarios y más dispositivos estén conectados al mismo tiempo. La infraestructura resultante hará que el IoT sea escalable, con más de 20.800 millones de ‘cosas’ conectadas.
Los grupos de telecomunicaciones T-Mobile y Sprint llegaron a un acuerdo de fusión en Estados Unidos para crear una nueva empresa capaz de desarrollar una red telefónica móvil ultra rápida 5G, vital para las nuevas aplicaciones de internet.
El anuncio puso fin a largos meses de intentos abortados de acercamiento entre las dos firmas, que cuentan con unos 127 millones de abonados solo en Estados Unidos y podrían rivalizar con los gigantes del sector como Verizon y AT&T. El director general de T-Mobile en Estados Unidos, John Legere, dirigirá la nueva entidad.
La nueva empresa será la “única con capacidad de crear una amplia y profunda red de 5G a nivel nacional”, dijo el CEO de T-Mobile, John Legere, en un video junto al de Sprint, el empresario de origen boliviano, Marcelo Claure, publicado en su cuenta de Twitter.
Permitirá, entre otras cosas, navegar a velocidades superiores a 1 Gbps. Esto supone multiplicar por diez la velocidad actual de navegación de transmisión de datos (Vale decir, 1.000 veces mayor que la de la red LTE). Esta quinta generación será la base tecnológica de los desarrollos del IoT, con vehículos automatizados y casas conectadas a las ciudades inteligentes.
Promete ser hasta 100 veces más rápido que los sistemas inalámbricos actuales. A pesar de que los dispositivos ahora no tienen la suficiente capacidad para soportarla, cabe destacar que esta tecnología no empezará a llegar hasta 2019, con Japón, Corea del Sur y América del Norte siendo quizás los primeros en adoptar la 5G.
Además, ofrecerán menor latencia, mayor fiabilidad, mejor conectividad desde más lugares; una mayor capacidad, permitiendo que más usuarios y más dispositivos estén conectados al mismo tiempo. La infraestructura resultante hará que el IoT (Internet of Things) sea escalable, con más de 20.800 millones de ‘cosas’ -incluyendo edificios, automóviles, máquinas y electrodomésticos- que se espera que estén conectadas a la red para el momento en que 5G se estrene globalmente en 2020, frente a los 4.900 millones de 2015.
Con la red 5G se podrá descargar una película en el smartphone en menos de tres segundos; ver canales streaming con calidad 4K los coches serán capaces de detectar y navegar automáticamente salvando los obstáculos del camino; los médicos podrán realizar procedimientos quirúrgicos complejos usando robots de forma remota; las ciudades serán capaces de recopilar información en tiempo real omnipresente sobre el tráfico, el tiempo y la delincuencia, etc. Los dispositivos podrán conectarse entre sí directamente, con una comunicación más eficiente y por tanto con un menor gasto de energía de la batería.