La tecnología que se emplea en este tipo de urbes se alza como una gran solución para detectar futuras crisis sanitarias.
La tecnología de las llamadas ciudades inteligentes puede ayudar a detectar y mitigar crisis sanitarias como la de la Covid-19. Así lo defiende un artículo publicado en el IET Smart Cities Journal.
Eso es porque «las ciudades pueden percibirse como organismos vivos», según se afirma en el informe. De acuerdo al mismo, se podrían proporcionar diariamente terabytes de datos desde diferentes fuentes, como postes de luz, autobuses, estaciones climáticas, vehículos policiales, semáforos, cámaras de seguridad, hospitales automatizados, universidades, museos y cualquier otro ‘elemento’ que pueda conectarse a un macrocosmos de la ciudad digital.
Algunas tecnologías, como las cámaras que pueden detectar la fiebre de los pasajeros en los aeropuertos internacionales, se pueden utilizar para combatir el Covid-19 ahora y detectar, alertar y mitigar otras crisis sanitarias en el futuro. Ya se han hecho pruebas en algunas urbes combinando imágenes térmicas y visibles con algoritmos para evaluar la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y la respiración.
El estudio también apunta al PortoLivingLab, una infraestructura de monitoreo que utiliza sensores de IoT para detectar variables ambientales en las ciudades. Eso podría ayudar a alertar sobre los brotes en las primeras etapas de cualquier enfermedad.
Las redes sociales también pueden ofrecer pistas al monitorear lo que los residentes publican sobre sí mismos y observar las interrupciones en la rutina. Monitorear las condiciones de salud mediante dispositivos portátiles y sensores funcionaría de manera similar. “Un macro-sistema de ciudad inteligente podría recuperar esa información y almacenar el comportamiento de salud de sus habitantes, detectando rápidamente a las personas enfermas”, se indica en el artículo.
No obstante, los investigadores reconocen que en este caso también se plantea una cierta preocupación sobre la privacidad de los usuarios a la hora de intentar frenar cualquier pandemia.
Wuhan y Hong Kong
Pero la recopilación de datos es solo una parte del trabajo. La analítica también es necesaria. “Las smart cities pueden proporcionar cantidades masivas de datos cada segundo, ininterrumpidamente, exigiendo algoritmos altamente eficientes para transformar dichos datos en información útil”, afirma el informe.
Por ejemplo, Hong Kong ha utilizado robots para desinfectar el transporte público, y Wuhan, el epicentro del coronavirus, ha implementado una aplicación con un código QR codificado por colores para que los residentes sepan si pueden moverse por la ciudad o si necesitan ponerse en cuarentena. La provincia de Hubei, de la cual Wuhan es la capital, sirvió como estudio de caso para un modelo de inteligencia artificial que analizó las variaciones en las temperaturas diarias promedio, la densidad de la ciudad, la humedad relativa y la velocidad del viento para predecir la cantidad de casos confirmados de COVID en un período de 30 días.