Así respondía Antonio Rico de Lara, Transformation Data Driven Senior Manager de Repsol al hablar de cómo las organizaciones están pasando del data driven al data-business-driven, un tema protagonista en la última edición del Smart Data Spain Summit.

Ser una compañía data driven ya no es ninguna novedad. Atrás quedaron las estructuras jerarquizadas en las que las decisiones eran más tomadas por la intuición que fundamentadas en la información. Ahora, además de estar basadas en datos, no solo tienen acceso a ellos los perfiles técnicos, sino también los responsables de las distintas áreas de negocio. Es en este equilibrio donde reside la clave del éxito, además de en tener muy presente el gobierno del dato.

Planes de las organizaciones a la hora de combinar perfiles

Iván Navareño, responsable de Marketing y Comunicación de Keyrus, fue el encargado de dirigir un panel en el que se cuestionó cómo de preparadas están las compañías a la hora de aprovechar la inversión en datos.

«Hoy el dato es más accesible, único y limpio, ya no es un tema exclusivo del área técnica. Ahora el conocimiento de cada empresa sobre su área de interés se está mezclando con el saber de los perfiles más técnicos a la hora de extraer y analizar el dato», comentaba Javier Anguiano, Director Enterprise Sales South EMEA de Alteryx. «Esto está permitiendo que las organizaciones puedan tomar decisiones más educadas», añadía.

Por su parte, Gerardo Herranz Sacristán, Customer Analytics & Research Manager de Leroy Merlin comentaba «el dato es básico para alcanzar cualquier objetivo; no solo vender más, sino vender mejor. En ese proceso decisional, el dato nos permite eliminar la componente subjetiva del mismo».

En este sentido, Antonio Rico de Lara, Transformation Data Driven Senior Manager de Repsol mencionaba que, en el caso de su compañía que opera activos críticos para la sociedad, «los datos nos tienen que servir para tomar decisiones que redunden en mejorar la seguridad de todos». 

Retos y oportunidades

Además del reto de la descarbonización, objetivo prioritario para la compañía energética, Rico de Lara quiso también repasar los obstáculos a los que se enfrentaban. El primero de ellos, «la democratización de la información. Esto, en nuestro caso, significa llegar a 25.000 empleados y supone un cambio cultural masivo».

La importancia del gobierno del dato

También quiso añadir, «el gobierno del dato se convierte en algo crítico. Sin un buen gobierno,  la IA Generativa va a ser una ola que nos va a pasar por encima. Con la transformación del data driven sucede lo mismo. Lo que queremos conseguir es su adopción; que el dato se convierta en producto». 

En el caso de Leroy Merlin, Gerardo Herranz afirmaba que el reto es «asegurar la disponibilidad de la información, sobre todo, para compañías como la nuestra que nacemos en el mundo físico». También sumaba otro más: «gestionar la demanda de 137 tiendas y 18.000 colaboradores. Un reto difícil que, a veces, nos hace llevar por delante lo urgente y no lo importante«. Y, por último, añadía un tercero:  «seguir concienciando a la empresa de los beneficios de la gestión del proceso decisional basada en datos».