El software de reconocimiento facial se está empleando ya en todo el mundo para controlar la expansión del virus.
La Covid-19 ha legitimado el uso de software de reconocimiento facial que proporciona una mayor recopilación de datos sobre la pandemia.
A lo largo de la pandemia, las innovaciones tecnológicas han impulsado iniciativas de salud y seguridad, ayudando a las personas a conectarse entre sí y ayudando a los investigadores a descubrir las vacunas.
La tecnología ha ayudado a los ciudadanos a trabajar y acceder a la atención médica y les ha protegido. Aunque se ha hablado de las ciudades inteligentes desde la década de 1990, la pandemia ha acelerado la necesidad de recopilación y seguimiento de datos para ayudar a combatir la propagación de la enfermedad. Ahora las ciudades están buscando estas tecnologías para ayudarlas a sobrevivir más allá de la pandemia, tanto física como económicamente.
Smart cities
A lo largo de la pandemia, la tecnología de las ciudades inteligentes se ha utilizado de dos formas principales: para la recopilación y el seguimiento de datos, y para mantener seguros a los ciudadanos. Para frenar la propagación de la Covid-19, muchos países de todo el mundo han estado utilizando tecnologías de reconocimiento facial para rastrear posibles exposiciones.
Por ejemplo, el gobierno de Canadá lanzó una aplicación de seguimiento de exposición en todo el país, que utiliza Bluetooth para intercambiar códigos con otros teléfonos. Cuando un usuario da positivo, puede registrar sus resultados en la aplicación para informar a otros usuarios de una posible exposición. Se dice que la cantidad de datos almacenados es mínima y está encriptada de forma segura.
Propagación del virus
En todo el mundo la tecnología de reconocimiento facial también se está utilizando para rastrear la propagación del Covid-19 y monitorear a quienes han estado expuestos. En Rusia, la tecnología de reconocimiento facial se está utilizando para monitorear a las personas en cuarentena, asegurando que las personas sigan las directivas y permanezcan adentro. Junto con los termómetros, el software de reconocimiento facial también se puede utilizar para tomar temperaturas, lo que ayuda a diagnosticar a quienes pueden tener el virus.
Aunque queda por ver si estas tecnologías dejarán de usarse después de la pandemia, el hecho es que ya están configuradas para su uso en todo el mundo. Aunque el reconocimiento facial ha sido visto como una violación de los derechos humanos, es poco probable que las ciudades dejen de usar la tecnología cuando termine la pandemia.