No cabe duda de que el debate sobre un futuro basado en la Web3 y la aparición del metaverso se intensificará en los próximos años. Con ello, también lo hará la urgencia que rodea al desarrollo de iniciativas sostenibles.
El potencial del metaverso es enorme. Los expertos hablan de una nueva realidad que existe en un espacio puramente digital. Esta construcción de la Web3 allanará el camino de la colaboración, la comunicación y la socialización de formas que aún son difíciles de imaginar.
En el centro de esta nueva revolución tecnológica estará el big data. El enorme volumen de datos que los usuarios producirán en la era de la Web3 significa que los conocimientos inteligentes no estarán lejos. Y lo que es más importante, el crecimiento de los macrodatos también puede ayudar a resolver algunos de los mayores problemas de sostenibilidad del mundo.
Antes de ver cómo la Web3 puede contribuir a la sostenibilidad, merece la pena echar un vistazo especulativo a cómo el metaverso puede afectar al medio ambiente. Con un gran número de personas en todo el mundo que optan por pasar gran parte de su tiempo conectadas a un mundo digital, es posible que veamos cómo disminuye el uso de combustible al haber menos personas que tengan la necesidad de viajar. Sin embargo, la potencia de cálculo necesaria para sumergir a un usuario en el metaverso será inmensa, ya que Intel afirma que los ordenadores tendrán que ser 1.000 veces más potentes que los actuales para hacer frente a los requisitos adicionales.
Esto pondrá inevitablemente las cuestiones medioambientales en primer plano a medida que surja el metaverso. Pero, ¿pueden la Web3 y el auge de los macrodatos ayudar a aliviar las preocupaciones sobre la sostenibilidad, e incluso contribuir a mejorar las credenciales ecológicas del mundo? Analicemos cómo el big data puede allanar el camino hacia un futuro más ecológico en la era de la Web3:
Una de las formas en que las empresas ya están utilizando los análisis de big data como medio para mejorar sus credenciales ecológicas es mediante el desarrollo de evaluaciones del ciclo de vida de los productos que pueden evaluar el impacto medioambiental global de sus líneas de producción, el uso de los productos y su posterior eliminación.
El Big Data aporta claridad
Estas evaluaciones ayudan a iluminar la línea de tiempo de un producto de forma transparente, lo que garantiza la responsabilidad. Factores como la extracción de materiales del medio ambiente, el proceso de producción, la fase de uso y lo que ocurre con el producto una vez que llega a la conclusión de su ciclo de vida pueden suponer una carga para el medio ambiente, pero el big data puede aportar claridad en cada etapa.
En un entorno Web3, este tipo de análisis de datos profundos puede parecer una carga en términos de la potencia de procesamiento que se utilizaría para ejecutar estas evaluaciones exhaustivas. Pero el almacenamiento de datos en la nube puede ayudar a aliviar este problema a medida que las empresas se alejan del uso del disco local.
Según datos de EY, aunque el tráfico de Internet y el volumen de los centros de datos se han multiplicado por 16,9 y 9,4 respectivamente entre 2010 y 2020, la eficiencia energética de los centros de datos sólo ha aumentado 1,1 veces en el mismo periodo de tiempo.
Centros de datos
Esto ofrece al sector de los centros de datos la oportunidad de ser más respetuoso con el medio ambiente, ya que la computación en la nube ofrece menores costes por gigabyte y una mayor redundancia de datos, lo que impulsa una mayor expansión de la nube para dar cabida a los datos en la era de la Web3.
Ahora que las empresas se mueven para innovar centrándose más en la sostenibilidad, las evaluaciones avanzadas del impacto del ciclo de vida pueden ayudar a crear estrategias equilibradas que sean totalmente funcionales dentro de la nube.