La inteligencia artificial (IA) está teniendo un impacto negativo en términos de consumo de agua, un tema que hasta ahora ha pasado desapercibido en gran medida. Y es que la IA, al igual que los seres humanos, tiene un apetito voraz por el agua.

Este problema ha cobrado protagonismo recientemente gracias a información relevante sobre ChatGPT, el modelo de IA más destacado en la actualidad. Microsoft ha revelado que está utilizando una cantidad significativa de agua para enfriar los datacenters donde se ejecuta ChatGPT, ubicados en Iowa, un estado de Estados Unidos que ya se enfrenta a problemas de escasez de agua debido a la sequía.

Aunque la existencia de estos datacenters no era un secreto, no se había discutido previamente la magnitud de su consumo de agua. Inicialmente, un directivo de Microsoft mencionó que ChatGPT se creó cerca de los campos de maíz al oeste de Des Moines, pero no se había hablado de la necesidad de «regar» a ChatGPT, al igual que se riega el maíz.

Un litro de agua por cada 100 consultas

Un grupo de investigadores, liderado por Shaolei Ren de la Universidad de California, ha llevado a cabo un estudio para cuantificar este problema. Según sus hallazgos, ChatGPT consume aproximadamente un litro de agua por cada 10-100 consultas que responde, y esta variabilidad se debe a varios factores, incluido el clima. Los veranos en Iowa no son ideales para mantener una refrigeración eficiente.

El estudio también tiene en cuenta el uso indirecto de agua, que a menudo no se registra, como el agua utilizada para enfriar las plantas de energía que suministran electricidad a los centros de datos.

La falta de conciencia sobre el consumo de recursos subyacentes de ChatGPT es un problema importante, según Ren, ya que sin esta conciencia, no podemos tomar medidas para conservarlos.

Por otro lado, Microsoft ha informado en su último informe medioambiental que su consumo de agua a nivel mundial aumentó un 34% entre 2021 y 2022, atribuyendo gran parte de este aumento a su inversión en IA generativa y su colaboración con OpenAI. Esto se traduce en una cantidad de agua equivalente a agregar 2,500 piscinas olímpicas.

En julio del año pasado, un mes antes de que OpenAI afirmara haber completado el entrenamiento de GPT-4, Microsoft utilizó casi 44,000 litros en sus datacenters de Iowa, lo que representó el 6% de todo el suministro de agua del distrito en ese momento.

Es importante destacar que este problema no es exclusivo de OpenAI y Microsoft, ya que Google también ha informado de un aumento del 20% en el uso de agua en el mismo período, en gran parte atribuible a su trabajo en inteligencia artificial.