«Para que la IA pueda aprender necesita de las personas»

Entrevistamos al CTO de Biyectiva, empresa dedicada a la innovación en el ámbito de la I+D+i, Rubén Martínez, que nos cuenta cómo está cambiando la Inteligencia Artificial la visión en las empresas.

Big Data Magazine: Biyectiva es una empresa de inteligencia artificial centrada en el procesamiento de imagen. ¿En qué consiste este proceso exactamente?

Rubén Martínez: En Biyectiva trabajamos Inteligencia Artificial aplicada a las necesidades reales de nuestros clientes. El espectro de lo que incluye la IA es muy amplio. En nuestro caso, nos enfocamos en la Visión Artificial y Data Science, que aplicamos a distintos proyectos, muchos de los cuales incluyen procesamiento de imágenes.
La Visión Artificial, a grandes rasgos, emula la relación entre ojo y cerebro, usando cámaras y software. Si tenemos un objeto delante, nuestro ojo capta la luz que refleja ese objeto, envía la información al cerebro y nuestro cerebro forma la imagen que identifica el objeto, y toma una decisión en base a la información que tiene. En la VA, distintas cámaras hacen la función de ojo, con la ventaja añadida de poder captar todo el espectro de luz, y no solo una franja reducida como pasa con el ojo humano. Estas cámaras captan las variaciones de luz, que luego se traducen en códigos numéricos que el software reconoce, entiende y usa para tomar decisiones.

Por otro lado, la gestión de datos – o Data Science – nos permite analizar grandes cantidades de datos procedentes de distintas fuentes (como puede ser estadísticas, sensores de IoT o, incluso las mismas cámaras de VA), con el fin de sacar conclusiones como patrones de comportamiento, análisis de tendencias, o predicciones de futuro.

BDM: ¿Hasta dónde es capaz de llegar esta tecnología? ¿Es combinable con las tareas desempeñadas por un humano?
R.M.: ¡Por supuesto! Creo que existe un error de concepto generalizado, y es que la Inteligencia Artificial está aquí para sustituir a las personas. No se trata de prescindir de personas, sino en aplicar las capacidades de esas personas en tareas útiles y complejas que una máquina no pueda desempeñar. Los avances en IA tienen como objetivo replicar los procesos de decisión de un humano y, aunque avanzamos a pasos de gigante, aún queda bastante trabajo en este sentido. Las tecnologías que se pueden manejar actualmente son capaces de procesar mucha información dentro de los límites acotados muchísimo más rápido y con más precisión que una persona. Pero eso no significa que la tecnología no necesite supervisión alguna, para que ésta pueda aprender, necesita de inputs externos que solamente pueden venir de un experto humano.

BDM: ¿Existen suficientes profesionales capacitados para trabajar en el ámbito de la inteligencia artificial o es todavía una tarea pendiente?
R.M.: Es una tarea pendiente, definitivamente. Siendo un área que avanza tan rápidamente, mantenerse actualizado conlleva un esfuerzo en sí mismo. Además, el mundo universitario se queda rezagado rápidamente, lo que exige que los recién graduados tengan que ser bastante autodidactas si quieren dedicar su carrera profesional a la IA. Por otro lado, pienso que, de manera general, se debería invertir más en Ciencia e Innovación en España para mantener el talento dentro de las fronteras de nuestro país. Si ya hay pocos profesionales capacitados en este ámbito, es normal que prefieran salir en busca de oportunidades que otros países sí que ofrecen.

BDM: Y en las empresas, ¿cuál es la situación que os encontráis? ¿Existe una verdadera filosofía del procesamiento de datos y de cómo puede resultar beneficioso para la compañía?
R.M.: Estamos en una situación curiosa, diría yo. En general, con las empresas pequeñas y medianas, vemos un desconocimiento y una desconfianza con respecto a delegar gran parte de su actividad diaria en una máquina. Probablemente venga de la idea que comentaba antes, del miedo a ser sustituidos. Ahí, creo que los que nos dedicamos a la IA, tenemos que hacer un esfuerzo para exponer los beneficios y ventajas que tiene, y transmitir la confianza que nosotros tenemos en la tecnología para que las empresas puedan innovar con paso firme y sin dudas. Sí que es cierto que hay empresas que ya han adoptado una actitud positiva hacia la implementación de nuevas tecnologías, pero es un porcentaje bastante más pequeño del tejido empresarial.

BDM: ¿De qué forma puede la inteligencia artificial optimizar los costes para una empresa?
R.M.: La tecnología no se cansa, no enferma, no necesita parar. Desde un punto de vista puramente económico, esa es la respuesta. Pero es que, además, tiene un margen de error muchísimo menor, y tiene una capacidad infinita de aprender sin necesidad de cursos de formación; aprende y mejora con el uso que se le dé. Esto, para las empresas, se traduce en un aumento inmediato de la productividad, una mejora en la salud mental y física del trabajador, un mejor servicio de atención al cliente y, por tanto, mayor satisfacción del cliente, un mayor conocimiento acerca del cliente que ayuda a determinar el mejor producto, y una infinidad de ventajas únicas de cada organización en particular.

BDM: ¿En qué sectores está teniendo más influencia la inteligencia artificial centrada en el procesamiento de imagen?
En nuestra experiencia, el sector agroalimentario y el sector médico – sobre todo en temas de biomecánica – son los que más están integrando innovaciones tecnológicas con procesamiento de imágenes. Pero esto ocurre por la propia naturaleza del problema a resolver. En el caso de la predicción de lesiones y el análisis biomecánico del pie que trabajamos junto a Ripoll y De Prado Sports Clinic, la IA juega un papel fundamental. Es capaz de procesar grandes cantidades de datos, muy diversos y con una gran diferencia de influencia en cada jugador; cosa que una persona humana o un equipo de personas sería incapaz de procesar. Luego, a la hora de diagnosticar, se necesita del ojo experto de los médicos que saben encontrar matices muy sutiles en imágenes como puede ser una radiografía. La IA ayuda a esos médicos a considerar hasta el más mínimo detalle o anomalía, reduciendo al máximo la posibilidad de un error de diagnóstico.

BDM: ¿Cualquier empresa se podría permitir esta tecnología o sigue siendo algo al alcance de unos pocos?
R.M.: La innovación requiere de una inversión siempre, independientemente de si se integra IA o se cambian las mesas de la oficina, cualquier cambio implica una inversión económica con la que tenemos que contar.
También es cierto que, aunque la situación del año 2020 con la pandemia ha obligado a muchas empresas a digitalizar sus procesos para poder afrontar la situación sin demasiados problemas, el proceso de innovación en una empresa no es instantáneo. Implica un estudio en profundidad de la empresa, lo que pretende alcanzar y lo que necesita para llegar a ello. Cada empresa es única, y encuentra distintas soluciones en distintos tipos de procesos innovadores. En este sentido, cualquier organización puede permitirse la integración de procesos de automatización, de la misma manera que cualquier empresa puede permitirse una reforma, o una campaña de publicidad.

BDM: ¿Puede haber inteligencia artificial sin machine learning?
R.M.: El machine learning, o aprendizaje máquina, es una parte del campo más amplio denominado como Inteligencia Artificial. Es decir, existen algoritmos de I.A. que no son estrictamente machine learning (por ejemplo sistemas expertos) pero todos los algoritmos de machine learning son algoritmos de Inteligencia Artificial.

De forma general, la inteligencia artificial busca replicar un comportamiento inteligente mediante algoritmos (que pueden aprender o no) mientras que el aprendizaje máquina lo hace estrictamente mediante algoritmos que aprenden por sí mismos y en base a los datos.

En cualquier caso, estos términos suelen usarse en muchos ámbitos de forma indistinta pues hoy por hoy el machine learning es el principal representante del ámbito de la I.A.

BDM: En Biyectiva desarrolláis IoT, ¿de qué forma creéis que puede ser un punto diferenciador para las empresas?
R.M: El IoT es la interconexión digital entre dispositivos, que transforma la comunicación de datos agilizando todo el proceso de recogida y monitorización de dichos datos. Algo tan simple como detectar un fuego y actuar en cuestión de segundos es un beneficio enorme para las empresas. Pero la tecnología va mucho más lejos. A través de la utilización de sensores, podemos monitorizar y coordinar multitud de tareas, como asegurar el stock de un supermercado, detectar errores de calidad en las cadenas de producción, o manejar maquinaria en lugares remotos. Prescindir de técnicas tradicionales mejora la eficiencia de una empresa; por ejemplo, un técnico que tiene que checkear los indicadores de seguridad de unas instalaciones, se tiene que desplazar, rellenar algún tipo de informe, comparar los datos con ciertos parámetros, etc. Estas tareas se pueden hacer de forma instantánea a través de IoT.
Dentro de los beneficios más importantes del IoT, podría destacar la seguridad física de una empresa, monitorizando entornos de riesgo o los accesos a ciertos activos; el control de estos activos, pudiendo monitorizar su localización y estado en todo momento. También son sistemas muy ágiles, que permiten adaptarse a los cambios del mercado o implantar nuevas estrategias rápidamente. Y agilizan la toma de decisiones en cualquier ámbito, desde el branding, hasta la cadena de producción.

BDM: ¿En qué medida consideráis que ha influido la pandemia y el teletrabajo en el proceso de transformación digital de las organizaciones? ¿Se ha incrementado el uso de la inteligencia artificial?
R.M.: Muchísimo, creo que la pandemia ha afectado sobre todo a la pequeña y mediana empresa, lo que ha creado una demanda en el mercado tecnológico de servicios más ágiles y accesibles que la transformación integral de todos los procesos de una empresa. Esto también nos ha puesto las pilas a las tecnológicas para satisfacer las necesidades de estas empresas e innovar en nuestros propios servicios. Tareas a las que se le daba poco espacio de innovación como los servicios de atención al cliente, por ejemplo, ahora necesitaban un boost enorme para poder funcionar bajo un confinamiento y con los trabajadores teniendo que hacerlo desde sus casas. A través de la facilidad de acceso a la IA con sistemas de pago por uso, se ha incrementado tanto el uso de la IA, como el descubrimiento de sus beneficios y el interés por el campo en su totalidad. Hemos visto cómo empresas que estaban cómodas con sus procesos tradicionales, ahora se aventuran a innovar con Inteligencia Artificial.
En el caso de Contabilidad Inteligente, nuestro software de procesamiento automático de documentos, hemos visto un aumento de uso drástico con la prolongación del confinamiento en abril del año pasado. Y no solo eso, algunas de las empresas que empezaron usando el producto ahora están invirtiendo en digitalizar otros procesos. Esto nos da a entender que la necesidad urgente de soluciones ante una catástrofe como la pandemia, ha abierto las puertas a un sector que, en principio, estaba reservado a unos pocos visionarios.

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