Expertos consideran que si existiera una regulación específica se podría agilizar la implementación de servicios inteligentes en las urbes.
El auge de las smart cities es ya una realidad. Cada vez son más las urbes que se animan a emplear el Big Data y la Inteligencia Artificial para gestionar mejor los servicios que ofrecen al ciudadano. Sin embargo, esto lleva aparejado un problema. ¿Debe establecerse una legislación especial que regule este tipo de ciudades inteligentes?
Ésta ha sido una de las conclusiones de una jornada empresarial sobre Tecnología y Eficiencia Energética celebrada por elEconomista. Durante la jornada se debatió sobre distintos aspectos como las infraestructuras inteligentes o los fondos europeos.
El presidente de la Asociación de Fabricantes de Bienes de Equipos Eléctricos (Afbel), Guillermo Amann, en concreto, recordó durante su intervención que actualmente el empleo de la infraestructura de electricidad es un «monopolio». Esto es lo que, a su juicio, motiva la existencia de una regulación adaptada a las demandas del sistema eléctrico.
El ejemplo de la necesidad de una regulación a corte lo puso el director corporativo de Operaciones de Avanza, Antonio García Pastor. Él recordó en las jornadas que tanto Avanza como el Ayuntamiento de Málaga pusieron en marcha a comienzos de año un proyecto, denominado AutoMOST. A través de este proyecto se puso de manifiesto la necesidad de implementar sistemas de control de vehículos automatizados. Sin embargo, una de las dificultades que encontraron en el camino tuvo que ver con conseguir permisos por parte de la DGT para que dichos vehículos pudieran circular. «Es un apunte de cómo las administraciones necesitan un engrase para que esta innovación llegue. Un despliegue más amplio va a necesitar una regulación mucho más ágil», añade.
Mejorar los servicios urbanos
Los expertos coinciden en que la tecnología que se implante en las smart cities debe propiciar la eficiencia de los servicios urbanos y una mejor calidad de vida de los ciudadanos. Una de la tecnología que tendrá más desarrollo en los próximos años será el 5G.
El 5G «posibilita desplegar sistemas inteligentes de tráfico; reducir la tasa de accidentes de tráfico un 40% en entorno urbano; reducir un 20% las emisiones de CO2, o posibilitar el autobús urbano conectado», señalan.