China ha establecido un ambicioso objetivo: liderar el mercado global de producción de robots humanoides para el año 2027.
Aunque todavía tienen un largo camino por recorrer, los sindicatos en toda Europa ya están mostrando preocupación, ya que creen que estos dispositivos con apariencia humana podrían eventualmente reemplazar a los trabajadores menos especializados en las líneas de ensamblaje. Esto refleja claramente un temor al progreso tecnológico, aunque por ahora no parece que deba generar una gran inquietud. De hecho, hay expertos que argumentan que no existen razones sólidas para anticipar una sustitución de este tipo en el corto plazo.
Plan para producir robots
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT), responsable de la supervisión del sector industrial del país, ha publicado una directriz en la que establece un plan para fomentar la producción en masa de robots humanoides para el año 2025.
En virtud de esta iniciativa, China dará lugar a la creación de «numerosas empresas pequeñas y medianas especializadas en el mercado de los robots humanoides» que contarán con tecnologías de vanguardia.
El documento ministerial, difundido por la agencia estatal Xinhua, prevé que para 2025 haya «dos o tres compañías con influencia global». Además, se plantea que los robots humanoides se conviertan en «un nuevo y significativo motor de crecimiento económico» para China en 2027.
La directriz también destaca que, para ese año, se espera que «la innovación tecnológica en el ámbito de los robots humanoides haya mejorado considerablemente, que se haya establecido un sistema de cadena de suministro industrial seguro y confiable, y que China esté a la par de los países avanzados del mundo en este campo».
Conforme al periódico South China Morning Post, este documento representa «el más reciente esfuerzo de China por acelerar el desarrollo de su industria robótica» y promover la autosuficiencia tecnológica, en un contexto de competencia intensa con Estados Unidos en este ámbito.
El periódico señala que China ocupa la quinta posición a nivel mundial en automatización, según el Informe Mundial de Robótica 2022, y espera que los robots humanoides representen un avance significativo en la misma medida que lo han hecho los ordenadores, los teléfonos inteligentes y los vehículos de energía renovable.