El uso de la inteligencia artificial en las aplicaciones web está ayudando a las organizaciones a aportar más valor.
Las aplicaciones web, almacenadas en servidores remotos y suministradas a través de Internet, permiten a las organizaciones realizar tareas sin necesidad de instalar productos localmente, al tiempo que reducen los costes. En la actualidad, hay una gran variedad de aplicaciones web en el mercado, pero una tecnología que ha demostrado ser realmente disruptiva en este espacio es la inteligencia artificial. Capaz de automatizar las tareas manuales, la IA puede conducir a una toma de decisiones más inteligente mediante el uso de aplicaciones web, acelerar las operaciones y aportar otros beneficios empresariales.
Matthijs Aler, director general de Ohpen, cree que el valor que puede aportar la inteligencia artificial en las aplicaciones web «depende en gran medida del tipo de aplicación web». Y añade: «Se puede convertir cualquier modelo de aprendizaje automático de éxito en una aplicación web (como Google Lens o Google Translate). Por el momento, los grandes avances están relacionados con las imágenes y el lenguaje, por lo que las aplicaciones web que los procesan son las que tienen más probabilidades de ser un caso de uso valioso.»
Superar el reto de los datos no estructurados
Aunque la estructura de las capacidades de la IA, como la visión por ordenador, se basa en datos no estructurados, a muchas organizaciones les sigue resultando difícil utilizar tipos de activos como el vídeo y el texto en su beneficio, ya que la gran cantidad que hay a menudo resulta abrumadora.
Prashant Natarajan, vicepresidente de estrategia y productos de H2O.ai, comentó que este reto puede mitigarse mediante proyectos de aplicaciones web realizados con ayuda del código abierto.
«Las aplicaciones más útiles de la IA en las aplicaciones web se extienden a toda la empresa, por un lado, y a múltiples sectores verticales, por otro», dijo Natarajan.
«Hoy en día, cualquier aplicación web que se ocupe de la experiencia del cliente, de la experiencia del empleado, de la planificación de los recursos empresariales, o que descienda a la cadena de suministro, a la gestión de los recursos humanos y del talento, a la privacidad y a la gobernanza, son todos procesos empresariales en los que se está aplicando la IA hoy en día».
«Si no está seguro de por dónde empezar su viaje con la IA, es interesante que la fruta que menos cuelga para poner en marcha una prueba de concepto está en la clase de datos más difícil que hemos tenido en la empresa: los datos no estructurados. Toda esa masa de documentos, textos e imágenes solía ser una caja negra para las organizaciones, y se estima que podría ser hasta el 80% de toda su «memoria» corporativa. Pero con las tecnologías actuales de IA y ML, y los conocimientos a los que se puede acceder en la riquísima comunidad de IA de código abierto, puede que se sorprenda de lo que puede conseguir.
«Personalmente, me parece fascinante, y motivo de optimismo, que lo que históricamente ha sido nuestro problema de información más difícil podría ser el más fácil de iniciar un gran proyecto de aplicación web, hoy en día.»
Ingeniería de IA para aplicaciones en la nube
Dado que muchas aplicaciones web utilizan la infraestructura de la nube, la ingeniería de IA puede adaptarse a las necesidades de la empresa y resultar clave para obtener rápidamente información práctica. A partir de aquí, este caso de uso puede facilitar el acceso a las herramientas potenciadas por la IA al personal que no tenga experiencia en tecnología.
Amir Hashmi, director general de zsah, explicó: «La ingeniería de IA es un elemento fundamental para adaptar la tecnología de computación en nube a nuestras necesidades. Los servicios en la nube permiten a los usuarios con escasos conocimientos y presupuestos limitados acceder a funciones avanzadas de aprendizaje automático.
«Con más ingeniería de IA, la computación en la nube hará que los conjuntos de herramientas avanzadas estén más ampliamente disponibles, lo que conducirá a una mayor eficiencia y productividad de la organización».
