Los bots actuales son mucho más inteligentes y capaces de engañar al usuario. Para ello utilizan el aprendizaje automático y son capaces de crear perfiles y de incrementar el número de seguidores en las redes sociales.
La tecnología evoluciona y cada vez se hace más complicado poder diferenciar entre la tecnología manejada por humanos o por máquinas. Es lo que sucede con los bots. Los bots han ido evolucionando hasta el punto que se han convertido en herramientas tan sofisticadas que hacen casi imperceptible su diferenciación. Prueba de ello se ha advertido a raíz del interés de Elon Musk para comprar Twitter.
Y es que una de las preguntas que lanzó Musk al interesarse por la compra de Twitter fue conocer el número de bots que había en la plataforma. Actualmente, más del 5% de los usuarios en Twitter son bots. Los bots se caracterizan por poseer un grado de automatización, es decir, pueden funcionar sin que un humano esté controlando todas sus acciones. Solo necesitan de un algoritmo que estructure su actuar y listo, comenzarán a funcionar.
Bots para incrementar los seguidores
Con el paso del tiempo, los bots se han vuelto volvieron importantes para aumentar el número de seguidores, especialmente para influencers en Instagram, que trabajan con marcas dependiendo de la cantidad de personas que los siguen. Un ejemplo claro son los chats mecanizados de servicio al cliente, mas su utilidad no tardó en evolucionar. La pieza clave: la inteligencia artificial.
Los bots actuales son mucho más inteligentes: con aprendizaje automatizado, crean imágenes de perfil gracias a la tecnología deep fake. Pero aún pueden ser detectados, porque suelen repetir patrones y comentarios. Eso sí, en la industria dividen entre los que llaman “bots buenos” de los “malos”: los primeros son de empresas que han digitalizado sus respuestas en las redes, para optimizar recursos, llamados chatbots.
Chile es uno de los países que más usa la web como fuente de información. El último estudio del Observatorio de Política y Redes Sociales de la Universidad Central concluye que “las redes sociales por primera vez superan a la televisión en confianza noticiosa”. Esa fue una de las razones que motivó al desarrollador Tomás Pollak a crear una herramienta que permitiera identificar cuáles son las cuentas falsas escondidas entre los comentarios.