Las organizaciones tienen que recopilar todos los datos para identificar de forma más rápida los ataques y poder tomar medidas contra ellos.
Para que las organizaciones puedan defenderse de los ataques tienen que hacer uso de la automatización y de registros centralizados. Entre estas soluciones básicas se encuentran las herramientas de análisis de datos (como las de gestión de la seguridad de información y eventos -SIEM- o las de detección y respuesta endpoint -EDR-) y las tecnologías de detección de anomalías, como las de monitorización del comportamiento del usuario y machine learning. Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio sobre “Protección y Respuesta Endpoint” elaborado por SANS Institute.
“A menudo, los ataques comienzan en las propias estaciones de trabajo de los empleados y de ahí pasan a las fuentes de datos críticas de los servidores«, señala Justin Henderson, instructor de SANS Institute y coautor del estudio. «Esto convierte a los endpoints en el epicentro para la protección de los activos de una organización. Pero defenderlos de los ataques no es tarea fácil«.
De hecho, el 39% de los encuestados tiene dudas sobre los dispositivos móviles propiedad de los empleados y carece de procesos para incluirlos en la política corporativa de la empresa. Por el contrario, los dispositivos móviles de los propios empleadores parecen funcionar mejor y solo preocupan al 25% por no poder cubrirlos con los planes de seguridad de la organización. Toda esta falta de control puede estar relacionada con el hecho de que menos del 27% de los ordenadores portátiles y dispositivos móviles propiedad de los empleados se administran de manera centralizada.
«Debido a la naturaleza interminable de los ataques cibernéticos, es vital que las organizaciones sean capaces de recopilar todos los datos, para así identificar rápidamente el ataque, mitigar cualquier daño y solucionar los problemas«, afirma John Hubbard, también instructor de SANS Institute y coautor del estudio. «Sin embargo, la realidad es que, debido a la naturaleza compleja de los registros y la multitud de fuentes de datos, muchas organizaciones tienen problemas para reunir eficazmente los datos que necesitan, responder a los incidentes y poner en marcha acciones de respuesta«.
Debido a que el 11% de los encuestados afirma no poder identificar qué datos han sido comprometidos y el 66% considera que es complicado saberlo, el estudio elaborado por SANS Institute señala que una combinación de soluciones de auditoría de acceso a archivos, DLP y EDR podría ayudar a las organizaciones que afrontan este tipo de problemas. El estudio 2019 también muestra que el uso de controles endpoint de nueva generación está aumentando dentro de las organizaciones. Así el uso de herramientas de detección de anomalías aumentó en un 10% y el de soluciones de aprendizaje automático un 12%. Incluso herramientas como las de automatización y los escáneres de vulnerabilidad aumentaron su implementación en un 5% con respecto al año pasado.
Otros datos relevantes incluidos en el estudio:
- 62% de las brechas de seguridad pueden identificarse en las primeras 24 horas
- 28% de los encuestados confirman que los atacantes han accedido a endpoints
- El phishing fue el principal vector de ataque (citado por el 57.8% de los encuestados), seguido por los ataques de descargas automáticas basadas en navegador (51.8%) y el robo o compromiso de credenciales (48.2%).