La UE se colocará, a su vez, a la vanguardia en la supervisión de un uso lícito del ‘dinero digital’ empleando la inteligencia artificial para controlarlo.
La Unión Europea (UE) es la primera gran jurisdicción en regular el uso de las criptomonedas. La UE regula de esta manera el uso de criptomonedas como el famoso Bitcoin o el proyecto de criptomoneda de Facebook, Libra.
En el momento de crear la normativa para regular las criptomonedas, la UE se planteó el dilema sobre cómo controlar que se hacía un uso legal y correcto de las criptomonedas. En ese sentido, la regulación, que se ha cocido a fuego lento durante el último par de años, colocará además de nuevo a Europa en la vanguardia del control y la supervisión del entorno digital, como ya sucedió con la privacidad de datos, para ello se servirá también de la inteligencia artificial.
Apoyo a la innovación
Desde la Comisión Europea recuerdan que las criptomonedas son el ‘dinero del futuro’, ya que ofrecen un sistema de pago casi instantáneo con costes muy bajos. Pero también son objetivo de deseo para especuladores y blanqueadores de dinero. Las autoridades están especialmente preocupadas por los tokens digitales respaldados por monedas conocidas como «monedas estables», incluida Libra, que es la de Facebook.
La normativa de la UE quiere aportar también seguridad jurídica, apoyar la innovación, proteger a los consumidores e inversores, garantizar la estabilidad financiera y la integridad del mercado en la UE, según aparece en el borrador del documento. Algunos Estados miembros como Alemania, Francia y Malta ya han diseñado legislaciones nacionales en este campo, que quedarían bajo las normas comunitarias.
Además, a autoridad bancaria aumentará sus poderes y tendrá facultades para realizar investigaciones, inspecciones ‘in situ’ e imponer multas de hasta el 5% de la facturación anual de los emisores, o el doble de la cantidad de ganancias obtenidas o pérdidas evitadas por estas criptomonedas sistémicas gracias a la infracción. y se servirá también de la tecnología para comprobar que el uso que se da a las criptomonedas es el que se ha aprobado.