
Artículo de Lisa Martínez Gomis, Regional Vice President Tableau para Italia, España y Portugal
El creciente acceso a grandes cantidades de datos está brindando enormes oportunidades a las empresas, dando lugar a nuevas innovaciones basadas en hechos y permitiendo una toma de decisiones más rápida y fiable. Sin embargo, el valor real de los datos sólo puede aprovecharse cuando se comprenden realmente. A lo largo de los años, las empresas han empezado a recopilar cada vez más datos sobre sus clientes, el mercado y sus propias operaciones, pero a menudo siguen teniendo dificultades para atraer al talento adecuado para su gestión y beneficiarse de la inversión en proyectos de analítica.
Entonces, ¿por qué los datos sólo traen pequeñas mejoras del negocio para algunas, y una innovación revolucionaria para otras? Es más, ¿son las empresas conscientes del potencial que están desperdiciando?
El viaje hacia los datos de una organización suele comenzar con el deseo de aumentar la productividad o la eficiencia en un área de la empresa, o de identificar la causa de algún problema en un departamento concreto. A esto le sigue un periodo de evaluación para ofrecer recomendaciones sobre los siguientes pasos. Una empresa de construcción, por ejemplo, puede desear mejorar el proceso de compra de materiales, mientras que una empresa de servicios puede necesitar hacer un seguimiento de la satisfacción del cliente. Sea cual sea la cuestión, a menudo cuando se resuelve el problema, o se promulga el cambio, el viaje se detiene ahí.
Sin embargo, a medida que avanzamos en esta década impulsada por los datos, aquellas empresas que los aprovechen para toda su organización serán las que consigan destacar. Es decir, aquellas que utilicen los datos de forma generalizada para identificar y resolver problemas, impulsar la innovación y realizar cambios.
Un reciente estudio de McKinsey muestra que la brecha entre las empresas que lideran en el campo de los datos y la analítica, y las que se quedan atrás, es cada vez mayor, lo que pone de manifiesto la importancia del potencial no explotado de los datos. Según esta encuesta, el 39% de las empresas nativas digitales afirman que más del 20% de sus resultados de explotación de los últimos tres años son atribuibles a su actividad de datos y analítica, mientras que sólo el 7% de las empresas más tradicionales comparten esta afirmación.
Dado que la analítica de datos se está convirtiendo en la piedra angular de las organizaciones modernas, cada vez es más importante para el éxito de una compañía construir una cultura de datos saludable y que funcione bien, que cambie la forma en que miramos y nos relacionamos con los datos.
¿Por qué muchas empresas no consiguen crear una verdadera cultura de datos?
Una cultura de datos dinámica no puede implantarse sin más en una organización, ni puede forzarse. Una cultura de datos sólida cambia la mentalidad de los empleados, por lo que debe cultivarse y desarrollarse. De hecho, no debe limitarse a los especialistas y departamentos expertos en datos. Por el contrario, debe integrarse en el corazón de la empresa y convertirse en responsabilidad de todos los empleados, sean cuales sean sus niveles y conocimientos. Los beneficios de esta cultura incluyen un aumento de la motivación de los trabajadores, así como una mayor comprensión de la finalidad de los datos, lo que permite que este conocimiento sirva de apoyo al negocio.
La clave para fortalecer una empresa es comprender la importancia de desarrollar una cultura de datos sostenible a largo plazo que abarque a toda la organización. Aunque esto no puede hacerse de la noche a la mañana, hay cinco denominadores comunes que son cruciales para que una empresa logre tener la capacidad de analizar y utilizar los datos correctamente.
- La cultura de datos es cultura de decisión. No se debe tratar el análisis de datos como un experimento o un ejercicio de recogida de datos a gran escala. El objetivo básico de la recopilación, el análisis y la aplicación de conocimientos es tomar mejores decisiones.
- El proceso empieza desde arriba. No basta con que el CEO y el consejo de administración den el visto bueno a la creación de una cultura de datos saludable. Los ejecutivos de alto nivel también deben involucrarse en las inversiones en la misma, así como en su implementación en la estrategia de la empresa, priorizando las conversaciones continuas entre los gerentes y aquellos que lideran las iniciativas de datos en la compañía.
- La democratización de los datos. Muchos empleados de las organizaciones modernas aprecian el valor de los datos y se comprometen con ellos. Sin embargo, para fomentar estas condiciones y proporcionar un enfoque «ascendente», las empresas también necesitan hacer que los datos sean accesibles de forma sencilla.
- Reconocer un cierto riesgo: a la larga compensa. Las empresas con una cultura de datos eficaz son conscientes de los riesgos que conllevan ciertas iniciativas basadas en datos. Sin embargo, al mismo tiempo, es importante establecer directrices claras sobre lo que es crítico para el negocio y que, por tanto, no debe arriesgarse. De este modo, se crea una cultura en la que se fomenta el uso inteligente de los datos, al tiempo que se hace de forma responsable.
- Las personas clave como catalizadores. Para crear una cultura de datos duradera, es importante que haya líderes visibles y embajadores del cambio. Es necesario que, tanto los que trabajan con el análisis de datos como los que no, vean el valor de las iniciativas de datos. Por ello es crucial contar con personas clave dentro de una empresa que puedan obtener el apoyo a la cultura de datos de todo tipo de empleados.
A medida que más empresas, en España y en el mundo, se den cuenta de que hay un enorme potencial sin explotar en el análisis de datos, aumentará el deseo de mejorar sus capacidades en este campo. Sin embargo, ante los nuevos riesgos puede ser fácil caer en los viejos hábitos. Para tener éxito, hay que cambiar la actitud y la mentalidad de la empresa para dar prioridad a una mentalidad basada en los datos. Los directivos deben predicar con el ejemplo, adoptando ellos mismos las nuevas formas de trabajo y haciendo ver al equipo que las decisiones basadas en datos son cruciales.