La industria del cine se pone en huelga pidiendo una subida de sueldos y frenar el avance de la inteligencia artificial.
Recientemente, los miembros del Sindicato de Actores de Cine (SAG) y la Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) han votado a favor de unirse a las filas del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA) en una huelga contra los estudios por las negociaciones sobre la inteligencia artificial (IA), las estructuras salariales y otros asuntos.
Las huelgas se basan en el fracaso de las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) sobre el uso de herramientas de IA generativa que, al parecer, alterarían el proceso creativo y los derechos de propiedad intelectual de los profesionales del espectáculo. Como resultado, Hollywood se encuentra en un punto muerto, con el futuro de la industria más inestable que nunca.
La actriz Fran Drescher, presidenta de SAG-AFTRA, subrayó la importancia de la huelga, afirmando que la situación afecta a todos los ámbitos laborales. El sindicato de actores está especialmente preocupado por las posibles amenazas que la IA plantea a los intérpretes, como la reproducción no autorizada de sus actuaciones y la creación de contenidos sin compensación, conceptos inquietantemente similares al episodio «Joan Is Awful» de Black Mirrors.
SAG-AFTRA cree que la IA representa una «amenaza existencial» para los actores y afirma que los estudios no han abordado adecuadamente estas preocupaciones.
El negociador jefe del gremio, Duncan Crabtree-Ireland, reveló una de las propuestas de la AMPTP, que consistía en digitalizar a los actores de fondo para su uso perpetuo sin más consentimiento ni compensación. Andretti relató su propia experiencia de haber sido ampliamente fotografiado para crear un gemelo digital, que podría utilizarse en futuras películas sin pago adicional.
Los miembros del gremio esperan que las huelgas desemboquen en la firma de contratos sólidos que protejan su propiedad intelectual tanto en el ámbito profesional, como en el caso de los estudios, como frente a usos no autorizados, como el deepfake content.
Con el aumento de las huelgas, Hollywood se prepara ahora para un cierre que rivalice con la histórica huelga de actores de 1980, y se espera que los posibles resultados de las negociaciones en curso remodelen la industria, para bien o para mal.