La Inteligencia Artificial puede monitorear y analizar el uso de energía en tiempo real y hacer ajustes de forma automática para optimizar la eficiencia energética de la empresa.
La Inteligencia Artificial aplicada en términos de eficiencia energética puede reducir hasta 850 toneladas de CO2 en las empresas. Según Enric Quintero, CEO y fundador de Datarmony, gracias a la aplicación de IA, tecnología y machine learning “es posible ahorrar costes de producción y mantenimiento y, como consecuencia, hacer más eficientes energéticamente a las empresas y reducir considerablemente su huella de carbono”.
La Inteligencia Artificial puede monitorear y analizar el uso de energía en tiempo real y hacer ajustes de forma automática para optimizar la eficiencia energética de la empresa. Asimismo, puede predecir el consumo de energía futuro, lo que permite planificar mejor su uso y reducirlo en momentos de alta demanda.
En este sentido, un proyecto que llevan a cabo con la cadena de supermercados Meny, en Noruega, consiguió reducir hasta un 40% del desperdicio de pan. Además, según apuntan desde Link Retail, partner de Datarmony en el proyecto, “gracias a la óptima gestión de los recursos que permite la IA, en un año se han reducido las emisiones de CO2 en 850 toneladas”.
Inteligencia Artificial, sostenibilidad y felicidad empresarial
En este caso, la implementación de Inteligencia Artificial mejoró la sostenibilidad financiera de la empresa y liberó a los empleados de las tareas más tediosas. Los resultados, según Quintero, pueden ser extrapolables a cualquier empresa o negocio que apueste por esta tecnología.
“El uso de la IA tiene un impacto directo en la sostenibilidad financiera y medioambiental, al mismo tiempo que contribuye a la felicidad y satisfacción de los trabajadores”, añade.
“Incluir medidas para reducir la contaminación suele ir mano a mano con la creación de ambientes de trabajo más seguros y saludables, con oportunidades de desarrollo y un mayor sentimiento de pertenencia”, concluye.