Investigadores publican un estudio a través del cual han empleado la inteligencia artificial para proporcionar una mayor información a los pacientes con problemas cardiacos.

Las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte entre los adultos estadounidenses. Condiciones como la obesidad o la diabetes aumentan el riesgo de que una persona desarrolle una enfermedad cardíaca, y los análisis de sangre o las mediciones de la presión arterial pueden proporcionar una mejor estimación de la probabilidad de que alguien tenga problemas cardíacos. Pronto podría haber una forma aún más fácil de predecir el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca: escaneando el ojo.

Un artículo publicado este mes en la revista British Journal of Ophthalmology describe un método de detección cardiovascular rápido y asequible que utiliza imágenes de la vasculatura de la retina, es decir, una foto de los vasos sanguíneos de la parte posterior del ojo. Una instantánea del ojo es analizada por un software de inteligencia artificial desarrollado para este fin. Los pacientes ni siquiera tendrían que ir a la consulta de su médico para someterse a la prueba; simplemente podrían enviar una imagen de su ojo.

El equipo que desarrolló el software destacó su comodidad y asequibilidad en comparación con los métodos existentes. «La predicción del riesgo de la vasculometría mediante la IA es totalmente automática, de bajo coste y no invasiva, y tiene el potencial de llegar a una mayor proporción de la población en la comunidad debido a la disponibilidad en la calle y a que no es necesario tomar muestras de sangre ni medir la presión arterial», indican.

Una ventana al corazón

La retina es el tejido de la parte posterior del ojo que convierte la luz en impulsos eléctricos, que envía al cerebro a través del nervio óptico. Contiene millones de células llamadas bastones (para la visión nocturna) y conos (para la visión en color), que dependen de una red de vasos sanguíneos que les suministran continuamente nutrientes y oxígeno.

Además de mantener la retina en funcionamiento, estos vasos sanguíneos pueden servir de ventana a otras partes del cuerpo, incluso al corazón. Los científicos han descubierto una relación entre características como la estrechez de las arterias de la retina y la tortuosidad de los vasos (es decir, la curvatura), y la presión arterial alta, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.

«Los médicos saben desde hace más de cien años que se puede mirar al ojo y ver los signos de la diabetes y la presión arterial alta», dijo a The Verge Pearse Keane, investigador en oftalmología y análisis de IA no relacionado con el estudio. «Pero el problema era la evaluación manual: la delimitación manual de los vasos por parte de expertos humanos». Sin embargo, un algoritmo de aprendizaje automático no lo tiene tan difícil.