Artículo de Manuel Luque Petit, ingeniero energético Eficia.
El Día Mundial del Ahorro de Energía, que se celebra el 21 de octubre, nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la trascendental importancia de conservar este
recurso no solo en el día a día sino también en nuestro compromiso en la gestión de edificios.
Durante la última década, las grandes empresas han adoptado tecnologías digitales que han revolucionado la forma en que gestionan sus edificios. Los Sistemas de Gestión de Edificios (BMS, por sus siglas en inglés) se han convertido en pilares fundamentales para recopilar datos energéticos de contadores, sensores, auto
matismos y objetos conectados. Estos sistemas se han convertido en un componente esencial para la estrategia de los llamados «edificios inteligentes».
La revolución de la Inteligencia Artificial en la gestión energética
Una de las mayores contribuciones de la tecnología a la gestión energética de edificios es la introducción de la inteligencia artificial (IA). La IA se basa en algoritmos que permiten a los BMS procesar y aprender de los datos energéticos recopilados. Esto posibilita la mejora continua de los sistemas de control, permitiéndoles resolver problemas complejos y anticipar situaciones, como el mantenimiento predictivo de sistemas de climatización.
Con la IA, los edificios pueden considerar no solo los patrones de uso de sus ocupantes, sino también los factores externos que influyen en su eficiencia energética. Los algoritmos inteligentes permiten una toma de decisiones más precisa y eficiente, lo que contribuye a la sostenibilidad de los edificios.
El poder de los datos en la toma de decisiones en tiempo real
La IA también ha revolucionado la toma de decisiones en tiempo real para los equipos operativos. Esta base tecnológica es clave en la creación de edificios inteligentes, ya que traduce datos complejos y conocimientos energéticos en una operación unificada, automatizable y accesible para todos. La velocidad de cálculo de la IA supera con creces la de los equipos humanos, permitiendo una toma de decisiones más ágil y precisa.
Los datos integrados y analizados continuamente incluyen información sobre las actividades en el edificio, las características térmicas, el estado de los equipos, previsiones meteorológicas, calidad del aire, condiciones de suministro de energía y otros factores. La IA utiliza esta información para anticipar y optimizar el comportamiento energético del edificio.
Hacia un futuro más eficiente y sostenible
La IA y los BMS permiten que los edificios se vuelvan más inteligentes y dinámicos en su respuesta a las necesidades de sus ocupantes. Esto se traduce en una reducción del consumo de energía, una disminución de costos operativos, una mejora en la calidad de servicio y un mayor confort para quienes trabajan o viven en estos espacios.
En resumen, el Día Mundial del Ahorro de Energía es una oportunidad para recordar que la gestión eficiente de la energía en edificios es esencial para la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. La tecnología, en particular la inteligencia artificial, se ha convertido en un aliado fundamental en este esfuerzo, permitiendo una gestión más inteligente y sostenible de nuestros recursos energéticos. A medida que avanzamos hacia un futuro más eficiente y sostenible, los edificios inteligentes se perfilan como una parte clave de este viaje.