Así de tajante se mostró Richard Benjamins, Chief & Data Strategist de Telefónica, en la presentación del plan de acción del Madrid Innovation Lab (MIL). El centro de Inteligencia Artificial que el Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha a partir de septiembre.
El experto en computación pidió permiso a los asistentes para dar una serie de recomendaciones con el objetivo de «tomar en serio el uso de la Inteligencia Artificial más allá de esta iniciativa». Entre ellas, «lograr la confianza de la ciudadanía, continuar con la transformación digital y fomentar la responsabilidad y la creación del ecosistema».
Confianza y educación, claves en el desarrollo de la IA
Para Benjamins, «la confianza y la educación de la ciudadanía son fundamentales. En este sentido, es necesario la elaboración de contenido divulgativo para que la sociedad conozca todos los usos que este tipo de tecnología tiene y también para lo que no sirve. Es importante desmitificar y generar mayor conocimiento. Para ello, la relación entre universidades, administraciones públicas, grandes empresas y pymes, es fundamental. Si queremos alcanzar el desarrollo pleno de la Inteligencia Artificial es importante fomentar este ecosistema», afirmó.
Además, añadió que «la IA puede generar mucho impacto, pero no es la solución a todos los problemas». La movilidad sostenible, la inclusividad, las brechas de género o la desigualdad, son problemáticas que la IA puede ayudar a resolver, pero sobre todo, a lo que más ayuda, es a crear políticas basadas en la evidencia, en los datos».
También hizo especial hincapié en «la importancia de la transparencia y de crear la figura del Chief Data Officer», cargo que recientemente ha sido ocupado por Alberto Palomo. El doctor en Física Teórica tendrá, a partir de ahora, que encargarse de la gobernanza de los datos en el país. Un cargo que dependerá directamente de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, dirigida por Carme Artigas.
Para finalizar, el también cofundador de OdiseIA, el Observatorio para el Impacto Ético y Social de la Inteligencia Artificial, sugirió que «el Ayuntamiento de Madrid organice una conferencia anual donde se puedan reunir todos los países al frente de esta tecnología. De esta manera, será posible debatir sobre ella con el objetivo de aprender de los errores y compartir experiencias».