Debbie Weinstein, presidenta de Google para Europa, Oriente Medio y África (EMEA), lidera la colaboración con empresas y gobiernos para promover el crecimiento mediante el uso responsable de la inteligencia artificial (IA). En su papel, también trabaja con responsables políticos para asegurar que la región EMEA mantenga un papel central en la innovación tecnológica global.
Weinstein destaca un aspecto inmutable desde su incorporación a Google hace más de una década: la curiosidad humana. A lo largo del tiempo, esta necesidad de comprender, aprender, conectar y, en muchos casos, comprar, ha permanecido constante. Lo que sí ha cambiado es cómo las personas exploran esa curiosidad. Hoy, las personas navegan simultáneamente entre cuatro comportamientos digitales clave: ver contenido en streaming, hacer scroll por feeds, buscar información y comprar. En todos ellos, la inteligencia artificial está jugando un papel transformador.
El impacto de la IA en la búsqueda y la publicidad
La IA está revolucionando la forma en que las personas buscan respuestas online. Gracias a su capacidad de entender mejor las intenciones de los usuarios, las empresas que adoptan tecnologías basadas en IA están obteniendo ventajas competitivas evidentes. Según Weinstein, estas compañías han reportado un crecimiento de ingresos un 60 % mayor que sus competidores en el último año y se han adaptado al comportamiento del consumidor el doble de rápido.
La evolución de la Búsqueda de Google ya es una realidad, no un escenario futuro. Y está generando un retorno de inversión (ROI) tangible para los profesionales del marketing.
Más allá del cuadro de búsqueda tradicional
La transformación de la búsqueda va más allá del tradicional recuadro de texto. La IA ha modificado tanto las preguntas que hacemos como la forma en la que Google responde. Hoy en día, los usuarios pueden buscar mediante voz, imágenes, vídeos e incluso seleccionando elementos visuales en pantalla con herramientas como “Rodea para Buscar”.
Uno de los avances más significativos es la Búsqueda Visual, una de las formas de consulta con mayor crecimiento. A través de Google Lens, los usuarios pueden identificar productos a partir de fotos. De hecho, uno de cada cuatro usos de Lens tiene intención de compra.
Weinstein comparte una experiencia personal: su antigua batidora ya no funcionaba bien, y durante una cena con una amiga, usó Google Lens para fotografiar la batidora que esta tenía. En unos clics, pudo comprar el mismo modelo. Este ejemplo demuestra cómo la curiosidad del usuario puede convertirse rápidamente en una oportunidad comercial.
La Búsqueda Visual ofrece acceso inmediato a detalles clave como el modelo, precios comparativos, disponibilidad y reseñas, lo que transforma el proceso de búsqueda en una experiencia rica y orientada a la acción.
La búsqueda como catalizador de decisiones
La Búsqueda de Google no solo es un punto de partida para descubrir, sino también una plataforma de acción. Según datos recientes, los consumidores consideran a Google como el recurso más crucial en su proceso de toma de decisiones de compra.
Particularmente, la generación Z utiliza Google en múltiples etapas de su recorrido de compra, desde la inspiración hasta la adquisición del producto. Esta generación se caracteriza por moverse entre múltiples plataformas y formatos de contenido, lo que exige herramientas más inteligentes y flexibles para comprender sus necesidades.
Las nuevas funciones de búsqueda basadas en IA
Más allá de Google Lens, herramientas como “Rodea para Buscar” y “Vista Creada con IA” están redefiniendo la experiencia del usuario. Por ejemplo, si alguien rodea una función específica de un producto en una imagen, Google genera un resumen automatizado con información relevante, usos sugeridos y contenido relacionado.
La compañía también está probando en EE. UU. una nueva modalidad denominada “Modo IA de la Búsqueda”. Esta tecnología va un paso más allá, integrando capacidades avanzadas de razonamiento, pensamiento y procesamiento multimodal (texto, imágenes, vídeos) para resolver preguntas complejas y de múltiples pasos. Con estas herramientas, los usuarios pueden resolver dudas que antes requerían múltiples búsquedas separadas.
Según Weinstein, estas innovaciones permiten a Google responder incluso a ese 15 % de búsquedas diarias que nunca antes se habían realizado. La IA no solo acompaña la evolución de las búsquedas, sino que define cómo las personas buscan hoy.
Marketing en un entorno cada vez más complejo
El panorama actual presenta grandes desafíos para los especialistas en marketing. Los consumidores interactúan con más de 130 puntos de contacto móviles al día. Sus comportamientos son tan diversos que las campañas manuales ya no logran seguir el ritmo.
Aquí es donde la IA marca la diferencia. Las soluciones de Google, alimentadas por inteligencia artificial, permiten identificar intenciones con una precisión nunca antes vista. Esto da lugar a campañas más relevantes y efectivas, diseñadas para conectar con los usuarios en cada etapa de su recorrido.
Caso de éxito: Volvo Cars
Un ejemplo destacado es el de Volvo Cars, que opera en 22 mercados de la región EMEA. Frente a una competencia creciente en el sector de vehículos eléctricos, la compañía decidió aumentar su inversión en IA para mantenerse competitiva.
Comenzaron usando la “Concordancia amplia” de Google, una función que permite al algoritmo encontrar búsquedas relevantes más allá de una lista cerrada de palabras clave. Al incluir términos como «suv eléctrico», lograron captar más de un millón de búsquedas relacionadas, lo que se tradujo en un incremento del 47 % en los leads.
Luego implementaron una estrategia de “Puja por valor” (VBB), que prioriza las conversiones más significativas en lugar de todas por igual. En una prueba A/B realizada durante tres meses, esta nueva estrategia duplicó el ROI de sus campañas de búsqueda respecto a su enfoque anterior.
El futuro ya está aquí
Para los profesionales del marketing, la nueva generación de herramientas basadas en IA representa una oportunidad clave para conectar con consumidores que interactúan con el contenido de forma no lineal: ven vídeos, hacen scroll, buscan, comparan y compran, todo en cuestión de minutos y desde múltiples dispositivos.
Google está colocando la IA en el centro de su ecosistema de productos y publicidad, integrando estas capacidades en toda la experiencia del usuario. Así, no solo mejora la forma en que las personas descubren información, sino también cómo las marcas pueden conectarse con ellas de manera más efectiva.
Un camino en evolución constante
La búsqueda ha sido siempre un reflejo del comportamiento humano, y a medida que los usuarios cambian, Google también lo hace. La IA está marcando el inicio de una nueva era: una en la que la información no solo se encuentra, sino que se anticipa, se adapta y se contextualiza en tiempo real.
Y esto, según Debbie Weinstein, es apenas el comienzo. Las posibilidades que abre la inteligencia artificial para la Búsqueda, el marketing y la toma de decisiones personales y comerciales son inmensas. Aquellos que adopten estas innovaciones con agilidad tendrán una clara ventaja en el futuro digital.