Una Casa de Subastas vende una obra de arte creada a partir de algoritmos inteligentes por 432.500 dólares.
Los algoritmos inteligentes están consiguiendo un buen feedback de su trabajo. Hace no mucho, una obra de arte de Edmond de Belamie, creada con la ayuda de un algoritmo inteligente, se subastó por 432.500 dólares en la Casa de Subastas Christie’s de los EE.UU. Lo que demuestra que el uso de algoritmos de inteligencia artificial en el arte puede aportar sumas numerosas.
Imágenes reales escogidas por un robot
Los beneficios de dicha venta no se entregaron a la máquina, sino que sirvió para ayudar a un colectivo de artistas. En concreto, al colectivo de artistas franceses Obvious. Este colectivo había alimentado un algoritmo con imágenes de pinturas reales de pintores humanos y lo entrenó para crear imágenes de forma autónoma. Luego seleccionaron una cierta imagen, la imprimieron, le dieron un nombre y la comercializaron.
Un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y el Centro de Humanos y Máquinas del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, apunta que la sociedad ya percibe la IA como un «creador ingenioso de arte», de hecho el empleo de este «método artístico» determinará en un futuro cómo se perciben las obras en las que se ha empleado la inteligencia artificial.
¿Y cómo se puede crear una obra de arte por ordenador y conseguir tal repercusión? ¿Quién debe recibir entonces los reconocimientos? Los investigadores también han estudiado esto. Para ello, han entrevistado a casi 600 participantes sobre cómo se crea el arte mediante inteligencia artificial y preguntaron quién debe recibir el reconocimiento por la obra artística resultante. Al mismo tiempo, determinaron en qué medida cada participante humaniza la inteligencia artificial.
Las respuestas individuales variaron mucho. Pero, en promedio, las personas que humanizaron la inteligencia artificial y no la percibieron simplemente como una herramienta también consideraron que debía recibir reconocimiento por su arte y no las personas involucradas en el proceso de creación.