Chatbots, reconocimiento facial, asistentes virtuales, coches autónomos, robots humanoides… la tecnología basada en Inteligencia Artificial y el machine learning es hoy una realidad que nos acompaña más allá de nuestro conocimiento.
La Inteligencia artificial no es una tendencia ni un avance por explotar, forma parte de nuestro día a día: cada vez que le das una orden a Siri o Alexa, cuando escuchas la lista de descubrimientos semanales de Spotify o al recibir por email una oferta para comprar un producto que hace tiempo que querías. La IA camina ya entre nosotros y está revolucionando la forma en que compramos y en que nos relacionamos.
También se ha convertido en la herramienta preferida de las marcas para llegar a nosotros por su capacidad para fusionar la rapidez y precisión de las máquinas con la creatividad humana y la atención personal. “El término IA en el mundo del marketing se refiere a la tecnología que es capaz de tomar decisiones y ejecutar acciones de manera autónoma para maximizar las posibilidades de éxito”, explica Rafa Romero, responsable de Selligent Marketing Cloud Ibérica, empresa especializada en marketing automation.
Sabemos que para las marcas la IA tiene numerosas ventajas, desde la microsegmentación del público objetivo hasta la gestión en tiempo real de las peticiones de los clientes, pasando, por supuesto, por la creación de contenido relevante. Pero como consumidores, ¿en qué puede ayudarnos la inteligencia artificial?
- Regula la presión del marketing. Los motores de inteligencia artificial gestionan el diseño de trayectorias y las recomendaciones de productos, es decir, podríamos pasar de recibir más de 10 emails a la semana de una sola marca a recibir sólo 1 o 2 con contenido que realmente nos interesa. Los expertos en marketing tienen la responsabilidad de mantener la presión del marketing por debajo de los niveles de acoso.
- Envíos a la hora adecuada y el dispositivo correcto. Si ya has conseguido acabar con las llamadas de teleoperadores a la hora de la siesta, llega el momento de terminar con los emails que hacen vibrar tu móvil cuando todavía no te has lavado la cara. Los motores de IA son capaces de elegir el momento óptimo de envío y el dispositivo de preferencia para cada uno de los clientes de su lista.
- Usa datos limpios y fiables. La versatilidad de la IA es proporcional a la cantidad de datos que gestiona. Muchos consumidores ponemos datos incorrectos adrede para que la marca no nos moleste más de lo que deseamos, pero esto va en detrimento de nuestras ventajas si realmente nos interesan sus productos. Para remediarlo, los expertos en marketing están conectando sus motores de IA a plataformas de datos de clientes que se encargan de comprobar e integrar los datos en los distintos departamentos y puntos de contacto. Esto sirve para que en el futuro no nos pidan más datos personales ni tengamos que responder a tediosos cuestionarios sobre nuestros gustos, pero para ello es necesario proporcionar datos fiables.
- Ahorra tiempo y esfuerzo al hacer tu compra. El uso de IA en el marketing digital permite predecir nuestro comportamiento, los ciclos de búsqueda, etc. Es decir, si durante meses cada vez que has entrado en una web ha sido para mirar zapatos y botas, la marca podrá personalizar tu página de inicio enseñándote solo la categoría que te interesa gracias al aprendizaje acumulado sobre tus gustos. Si en algún momento cambias de idea, el menú desplegable siempre estará disponible.
En resumen, la IA servirá para mejorar mucho la experiencia de usuario, lo que al final es una de las principales razones que nos hace volver a un sitio web o comprar un nuevo producto de determinada marca. “Dicho de otra manera, la inteligencia artificial en el marketing es la única forma de alcanzar el nivel de hiperpersonalización que los consumidores demandan”, señala Rafa Romero, de Selligent Marketing Cloud.