La pandemia por coronavirus ha llevado al límite a muchos hospitales. Por eso, hay muchas personas que están centrando todo su esfuerzo en elaborar herramientas con Inteligencia Artificial (IA) para conseguir cribar a los pacientes.
Google ha elaborado un estudio para conocer como se está desenvolviendo la IA en estos entornos, porque no es lo mismo que trabajen en los laboratorios con control a que lo hagan en centros médicos. La conclusión del estudio ha sido que la IA puede empeorar las cosas si no se adaptan bien a los entornos clínicos.
Para vender estos productos con IA en Europa, se necesita una marca CE; mientras que en EE.UU sería la marca FDA. Estos requisitos se centran en la precisión, y no en una mejora de resultados para los pacientes. Por eso, Emma Beede, investigadora de uxexperiencia de Google Healh dice: «Es importante también estudiar e incorporar evaluaciones de la vida real en la clínica, y participar significativamente con médicos y pacientes, antes de que la tecnología se implante ampliamente«. Con esto nos quiere recordar que la mayoría de productos cuando se venden aún no han sido probados en una experiencia real al cien por cien.
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Con este análisis han querido reflexionar sobre la rapidez con la que se acepta, en algunos casos, la Inteligencia Artificial sin tener en cuenta que el ecosistema en el que se elaboran estas herramientas no tiene nada que con los lugares en los que posteriormente se implantan.