La dehesa de Navalvillar es de nuevo el escenario elegido por GMV para realizar los ensayos de campo del prototipo de Rover Planetario desarrollado en el marco del proyecto GOTCHA de la Agencia Espacial Europea (ESA).
La multinacional tecnológica GMV, desarrolladora de sistemas robóticos para exploración planetaria, ha elegido la Dehesa de Navalvillar en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, para realizar las pruebas de campo en el marco del proyecto GOTCHA.
GOTCHA (GOAC TRL Increase Convenience Enhancements Hardening And Application Extension), liderando por GMV y en el que también participa la universidad Carlos III, tiene como objetivo conseguir un marco autónomo para el rover de exploración planetaria, incrementando su nivel de madurez tecnológica (TRL) para su utilización en futuros sistemas espaciales, como es el caso de la futura misión Mars Sample Return.
Uno de los mayores desafíos para mejorar la exploración planetaria, Marte en este caso, y permitir la recogida y sucesivo envío a Tierra de muestras de suelo y rocas planetarias es el desarrollo y su demostración de las tecnologías y capacidades que necesita un robot planetario para realizar recorridos muy largos y ser capaz de tomar de forma autónoma e independiente (sin tener que comunicarse con la Tierra) las decisiones necesarias para progresar, reducir los riesgos y aprovechar todas las oportunidades que se le presentan de recopilación de información científica.
Con este objetivo, en el marco del proyecto las pruebas que están teniendo estos días en Colmenar Vejo se están focalizando en probar y validar tecnologías claves para explorar Marte de forma totalmente autónoma e independiente (sin tener que comunicarse y recorriendo largas distancias). Para ello se ha instalado el sistema autónomo en un prototipo de rover planetario, la plataforma RAT de la ESA.
Los resultados obtenidos hasta ahora se presentaron con éxito en la Segunda Conferencia Internacional sobre la preparación de la futura misión “Mars Sample Return” de la ESA, que tuvo lugar del 25 al 27 de abril en Alemania y que tuvo como objetivo ofrecer una mayor comprensión de las opciones tecnológicas para la realización de una misión de estas características al planeta rojo, así como compartir los planes preparatorios de ambas agencias y mostrar la madurez tecnológica, autonomía y capacidad científica de proyectos desarrollados por la industria privada.
Mars Sample Return es un proyecto conjunto de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, para traer a la Tierra muestras de superficie de Marte, que permitirán comprender mejor sus características y servirán de base para diseñar la infraestructura necesaria de cara a que los astronautas puedan viajar en el futuro hasta allí. Ambas organizaciones acometerán durante los próximos años el envío en diferentes momentos, de tres a cuatro naves espaciales distintas. En 2020 se lanzará un rover (vehículo de exploración espacial diseñado para moverse sobre la superficie de un planeta), que recogerá muestras de la superficie; entre 2026 y 2028 será lanzado un elemento de superficie que contenga el vehículo de ascenso a Marte, y un rover de obtención de muestras; y en 2024 y 2026, una o dos naves espaciales recogerán muestras de la superficie y regresarán a la Tierra.
Además de una probada madurez tecnológica, autonomía y capacidad científica, la misión requerirá de un robot que:
1) viaje de manera autónoma desde un punto de partida (un módulo de aterrizaje/regreso a la Tierra), hasta un punto final (un almacén de muestras de suelo y rocas preparado por otro robot o por otro módulo de aterrizaje).
2) haga ciencia oportunista durante el viaje (que detecte rocas con un alto interés científico y tome muestras o haga análisis in-situ)
3) regrese al módulo de retorno a la Tierra con la/s muestra/s de suelo recolectadas.
De cara a aumentar el nivel de autonomía, GMV ha añadido en el proyecto GOTCHA varios elementos al software ya existente del robot: un controlador robótico, planificación de ruta y control de trayectoria, así como un planificador de misión embarcado que controla las acciones de la plataforma del rover para conseguir objetivos de alto nivel, tales como la recopilación de datos científicos en un área concreta.
El Ayuntamiento de Colmenar Viejo por su parte ha querido apoyar de nuevo a GMV en esta campaña de pruebas, poniendo a su disposición la Dehesa de Navalvillar como entorno de pruebas “marcianas”, tomando la compañía buena nota de las indicaciones recibidas para su correcto uso y minimizar el impacto en uno de los entornos naturales más apreciados por los vecinos de la Sierra de Madrid.
“Para nosotros es un honor poder colaborar en este proyecto de robótica espacial porque, de alguna forma, nos hace partícipes de un proyecto científico de primera magnitud a nivel mundial, como las futuras misiones a Marte”, ha destacado el Alcalde de Colmenar Viejo, Jorge García Díaz.
Por su parte, Mariella Graziano, Director de Segmento Vuelo e Robótica de GMV, ha remarcado la importancia de estas pruebas preliminares en Tierra. “A pesar del amplio desarrollo de la tecnología de exploración robótica con el que contamos hoy en día, el entrenamiento en Tierra del rover sigue siendo imprescindible para que este tipo de proyectos sean todo un éxito”.
Colmenar Viejo, y en concreto la Dehesa de Navalvillar, son un marco ideal para la realización de este tipo de pruebas por lo que este entorno ha sido propuesto también como posible lugar donde realizar pruebas preliminares (antes de viajar a lugar definido como análogos de los planetas) con múltiples robots colaborativos en el marco de distintos proyectos H2020 (Horizonte 2020 de la Comisión Europea) y que tendrán lugar en 2020.