En el ámbito sanitario, en el del automóvil, en el educativo… la inteligencia artificial está por todas partes, pero no funciona por igual en todos lados.
El uso de la inteligencia artificial (IA) se ha ido extendiendo en todas las industrias. Antes era un mito de ciencia ficción que se encontraba en las esquinas de las estanterías. Ahora, la IA se está convirtiendo en una parte fundamental de casi todas las tecnologías. Desempeña un papel en todo, desde la ayuda a personas con discapacidades hasta los videojuegos.
El crecimiento de la IA se debe a la mejora de la tecnología. Los centros de datos se han equipado para albergar cantidades inimaginables de información, y las herramientas de programación han encontrado formas de llevar la IA a los teléfonos de las personas.
La investigación sobre la IA comenzó en la década de 1950. Ahora, está en todas partes. Hay algún tipo de proceso de IA en casi todos los productos, incluido el dispositivo en el que estás leyendo esto. Incluso este sitio web tiene alguna tecnología de IA que ayuda a mantenerlo.
Revolución empresarial
La IA ha crecido en los productos de consumo, pero también ha ayudado a revolucionar las empresas y es vital para las organizaciones que intentan encontrar patrones de mercado o identificar datos demográficos.
– Investigación: Este tipo de tecnología también está en la investigación de la psicología y la física. Se utiliza para modelar el comportamiento de las personas e informar a algunas de nuestras mentes más brillantes sobre el mundo que les rodea. La razón por la que se utiliza en la investigación es sencilla: las máquinas procesan los datos más rápido que las personas.
Con ella, los investigadores pueden analizar tendencias e identificar patrones que de otro modo serían invisibles. Como la IA debe ser programada por personas, los investigadores siguen manteniendo el control total de su trabajo. La mayor parte de la investigación moderna depende de tecnologías como la IA; sin ella, no podríamos aprender tanto como lo hacemos.
– Sanidad: Uno de los sectores en los que la IA ha encontrado un papel extremo es el de la asistencia sanitaria. Esta industria es importante en cualquier mercado, ya que ayuda a salvar vidas y a tratar algunas de las peores enfermedades. Una medicina eficaz requiere varios pasos, como la conexión con las personas y la identificación adecuada de las enfermedades.
Durante la pandemia de Covid-19, la importancia de la tecnología sanitaria nunca ha sido tan clara. Esta tecnología ha ayudado a los médicos a predecir los síntomas de la nueva enfermedad y también ha sido utilizada por los superordenadores para crear diagramas del coronavirus, ayudando a los investigadores a combatirlo.
En tiempos normales, sin embargo, la IA también se utilizaría para ayudar a los pacientes a informar a los médicos sobre sus síntomas a través de chatbots. Puede ayudar a los administradores a estar al tanto de la facturación y la programación de citas. Y lo que es más importante, puede ayudar a los pacientes a estar sanos manteniéndolos al tanto de sus propios tratamientos.
El reto de la IA
Si bien los avances de la IA son notables, el despliegue apresurado de la misma en la pandemia ha planteado cuestiones éticas difíciles. Es necesario abordarlas para que el público en general sienta que la IA puede utilizarse de forma segura y beneficiosa.
-Chatbots: El mejor ejemplo de IA es uno que probablemente hayas utilizado antes: un chatbot. Puede aparecer preguntando si puede ayudarte a navegar por el sitio web, recoger cualquier información que le des y compararla con la que han introducido otras personas. Se fija en los patrones que la tecnología ha observado en usuarios anteriores y los utiliza para guiarte hacia lo que necesitas.
A veces, los chatbots pueden ser simplemente máquinas destinadas a mantener una conversación con las personas. Funcionan de la misma manera: tomando datos y analizando patrones a partir de ellos. Sin embargo, en lugar de utilizarlos para guiarte hacia algo en un sitio web, intentan imitar el comportamiento humano y responder «correctamente». El resultado final puede ser desde aterrador hasta humorístico.
Los chatbots siguen siendo un reto a la hora de utilizarlos en soluciones complejas. La incapacidad de un chatbot para hablar con frases significativas resta capacidad a un chatbot. Para que los usuarios acepten que hablar con un chatbot en lugar de con un humano en todos los casos es fructífero, un chatbot tendrá que tener una comprensión contextual impecable y hablar con naturalidad por encima de la tecnología de preguntas y respuestas.