Entre las falsas creencias que circulan por la red se encuentra el hecho de que los datos eran capaces de vencer a la Covid-19.
A groso modo el Big Data es el flujo de datos a gran escala que estructurados o no inundan el espacio. Este volumen complejo de datos debe ser ordenado, procesado y jerarquizado para que obtenga un sentido, después, podrán predecir cómo van a funcionar ciertas variables.
El Big Data se ha convertido en un blanco perfecto sobre el que verter todo tipo de posibles. Desde los que aseguran que puede ayudarnos a enfermar con menos frecuencia hasta los que consideran que su equipo de fútbol jugará cada vez con más acierto si utiliza estos medios.
¿Qué hay de verdad en estas creencias?
Una de las opiniones más extendidas, recuerda el director académico del área de Ingeniería y Ciencias del Centro Universitario U-tad, Javier García, era la que afirmaba que el big data sería el responsable de poner fin, en poco tiempo, a la pandemia provocada por la Covid 19.
Hoy podemos decir, indica el experto, que esta predicción estaba muy lejos de la realidad. El big data no acabó con la expansión del virus y esto se debe a que no tenía datos previos, experiencias en las que basarse ni información suficiente para aventurar una hipótesis verdadera.
Qué el flujo de datos no haya sido la solución a la pandemia no quiere decir que no tenga utilidad en cuestiones de salud. Los años de experiencia vivida con otros virus como el de la gripe han podido ayudar a gestionar las épocas de auge del mismo y hasta el número de afectados.
Otra de las afirmaciones es la que versa sobre la posibilidad de predecir el resultado electoral a través de los datos generados por las redes sociales. Esta aseveración quedó desmentida cuando en las elecciones presidenciales de Estados Unidos Donald Trump se alzó con la victoria.
Nadie pudo preverlo y es que el comportamiento electoral es muy variable y las redes sociales no son lo suficientemente fidedignas.
La creencia de que nuestro futuro laboral está en manos del Big Data no es cierta. El flujo incesante de datos una vez procesados pueden ayudar a la empresa en miles de gestiones, entre otras a mejorar su plantilla aportando los datos de su producción. Pero lo cierto es que el último peldaño de la cadena siempre será un humano y cualquier otra razón son simplemente excusas.
Predecir la lotería, para nuestra desgracia, no está al alcance del big data, se trata de puro azar, pero por ejemplo en el deporte podemos pronosticar quién vencerá teniendo en cuenta los resultados de los últimos partidos.
Que el big data es uno de los mayores y más eficientes recursos para predecir ciertas estructuras, es cierto y que quizás en un futuro llegue a ser aún más certero, puede que también, pero no todo lo que se cuenta sobre él, es del todo verdad.