¿Estamos ya subidos en la nube cognitiva?

Durante la pasa edición del Smart Data Summit 2018 celebrada en el estadio Wanda Metropolitano, tuvo lugar la mesa redonda titulada «cómo podemos usar las capacidades cognitivas y subirnos a la Nube», liderada por Arsys.

Nieves Franco, Directora Comercial de Arsys,  moderó la mesa redonda Cómo podemos usar las capacidades cognitivas y subirnos a la Nube, celebrada en el marco del encuentro profesional Smart Data Spain Summit 2018, que contaba con la colaboración de Arsys. En este panel de expertos sobre tecnologías cognitivas, participaron Concepción Labra, cofundadora de Kodeiro Lab; Juan Antonio Torrero, Big Data Innovation Leader de Orange España; Sergio Manzanedo Velasco, BI y Transformación Digital de Angel Schlesser; y Diego García Favaro, CDO en Weplan Analitycs, que analizaron el impacto actual y futuro de tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Aprendizaje Automático (también conocido como Machine Learning) y cómo van a transformar la manera de gestionar los datos dentro de las organizaciones.

Desde su experiencia, los diferentes participantes coincidieron en definir la Nube Cognitiva como una plataforma dotada de capacidades predictivas y de Inteligencia Artificial, diseñada al servicio de las empresas para impulsar sus procesos de negocio. “El concepto Nube Cognitiva hace referencia a la capacidad de autoaprendizaje de los sistemas IT,  basándose en la relación de sus propios datos”, puntualizaba Sergio Manzanedo. Para Concepción Labra, esta Nube Cognitiva “forma ya parte del amplio abanico de conceptos que nos ofrece hoy la Inteligencia Artificial, que engloba además diferentes y complejas herramientas. Se trata de algo de lo que estamos mucho más cerca de lo que creemos, pero que todavía está en pleno desarrollo y evolución”.

Según Juan Antonio Torrero, la clave para poner en marcha las tecnologías cognitivas parte de crear un mapa conceptual y de la propia coordinación de los elementos tecnológicos para extraer el conocimiento de los datos. Algo en lo que no podemos olvidar el factor humano, como insistía Diego García Favaro: “La capa cognitiva de la Nube debe inspirarse en el modelo de trabajo del ser humano”. Se trata, en el fondo, de la humanización del dato, de modo que nos permita desplegar sistemas IT que interactúen con las personas de una manera más natural y aceleren los procesos de negocio, apoyándose en la información y facilitando un mejor conocimiento del mercado. Unas plataformas cognitivas que, lógicamente, deberán estar alojadas sobre una infraestructura Cloud, porque como bien se señaló en el debate, “resulta casi imposible imaginarse el volumen de datos que necesitamos almacenar y procesar en el futuro más inmediato”.

Aunque a día de hoy, la implantación de la Nube Cognitiva parece algo lejano, es un concepto que forma ya parte de nuestra realidad más cercana. Las grandes firmas  de sectores como el financiero, la distribución, la salud o el productivo (también bajo el paraguas del concepto Industria 4.0) ya están poniendo en marcha sus proyectos cognitivos. Según la consultora IDC, las inversiones en sistemas cognitivos están registrando crecimientos interanuales del 50 % desde 2016 y es una tendencia que se mantendrá en el próximo lustro. Este año, se calcula que la inversión mundial en tecnologías cognitivas y en la Inteligencia Artificial superará los 19.000 millones de dólares y en 2021, se alcanzarán los 52.200 millones de dólares.

Como señala Concepción Labra, “no faltará mucho para que veamos las primeras soluciones verticales de Inteligencia as a Service dirigidas a pymes y que compartan las características del Cloud que conocemos hoy: soluciones paquetizadas en modo pago por uso”. Sin duda, como en todas los cambios de paradigma, el reto serán las personas: la gestión del cambio propiciado por esta revolución inteligente dentro de las propias organizaciones.

En cualquier caso, las plataformas cognitivas, presentes y futuras, mantendrán tres dimensiones principales: el dato, el ser humano y el poder de decisión del propio consumidor. La explotación del dato dentro de cualquier interacción automatizada no solo estará enfocada al aprendizaje de las máquinas, sino que mantendrá el foco en la propiedad de los datos por parte de los usuarios y en el propio empoderamiento de las personas a la hora controlar todos los procesos de recopilación y procesamiento de sus datos.

Las tecnologías cognitivas están dando un giro a todo lo que nos ha aportado la Nube y se consolidarán como la próxima palanca de innovación.  La Nube Cognitiva será nuestra gran aliada para aportar “inteligencia” al dato, propiciando un conocimiento profundo del negocio y de nuestros clientes para mejorar la toma de decisiones y la eficacia de los resultados. Como resumió Nieves Franco al final del debate, “el fin último de la Nube Cognitiva es permitir a las empresas centrarse en el negocio y en el cliente, mejorando su experiencia con nuestras marcas y productos e impulsando la creación y la innovación en las organizaciones“.

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