El día a día de un CDO en el sector bancario es siempre distinto debido a la gran variedad de temas que debe tratar: privacidad, calidad, arquitectura… Así lo asegura Fernando Lipúzcoa, CDO de ING en España y Portugal. Desde Big Data Magazine le entrevistamos para conocer mejor su labor y los cambios que la cultura del dato está introduciendo en el sector bancario.
Fernando Lipúzcoa es un enamorado del dato. Se ha dedicado toda su carrera a entenderlo mejor y cuanto más lo entiende, asegura que más le gusta. Empezó trabajando en una consultora llamada NorSistemas que luego pasó a ser Soluziona. Allí diseñaba Data Warehouse y Data Marts para los propósitos que requerían los clientes, luego fichó por ING y empezó en el departamento de Analítica. Esto le acercó mucho más al negocio y a entender mejor al cliente y sus comportamientos mediante el análisis de datos. “Disfruté muchísimo esta etapa, y ahora soy CDO, y esto me ha permitido complementar mi conocimiento del dato desde un punto de vista más de gobierno, calidad, cultura, en definitiva, me he ocupado de intentar tener una visión 360 del dato”, admite.
Big Data Magazine: CDO es una función que ha llegado para quedarse, equiparándose con la del CIO o el CISO. Desde el punto de vista de su compañía, ¿qué consideración tiene la figura del Chief Data Officer?
Fernando Lipúzcoa: Los datos se han convertido en un activo estratégico gracias a toda la información que nos dan para sostener la toma de decisiones y las propias interacciones con el cliente. En consecuencia, la figura del CDO se ha convertido en piedra angular para asegurar esa convergencia entre los datos operativos (cómo los capturamos, como los enriquecemos y gobernamos) y la analítica para ayudar a través del dato en nuestro propósito de tener una conversación personalizada con nuestros clientes y darles la confianza en que usamos sus datos dentro de un marco que incluye la ética y transparencia. Por supuesto, asegurando un cumplimiento regulatorio, que incluye por ejemplo la trazabilidad o calidad de los datos y su mejora continua.
BDM: ¿Cuál es su interrelación con el CIO? ¿Depende de su área o es independiente?
F.L: El CIO es un socio clave para asegurar el éxito de la estrategia del dato que tenemos, así que está en nuestro día a día. Trabajamos en una organización ágil, en mi caso lidero el equipo de gestión del dato que a su vez está compuesto por equipos combinados del dominio CDO junto con el CIO.
BDM: ¿Cómo trabajan en pro de la calidad del dato dentro de su organización?
F.L: Este es uno de los grandes retos al que nos enfrentamos y lo hacemos desde distintos prismas. Es importante reconocer la importancia de tener una buena calidad del dato en la organización, y, además, es clave que nos hagamos responsables y dediquemos tiempo a entender esta calidad y poner planes de remediación, con una visión clara sobre qué se debe priorizar. Para ello el papel del Data Owner es fundamental. Adicionalmente, mantenemos reuniones periódicas con las distintas áreas para revisar, monitorizar y establecer estos programas de corrección donde integramos a personas de distintos equipos y las hacemos partícipes de la calidad del dato.
Estrategia Data driven
BDM: ¿Tiene ING una estrategia de data driven company?
F.L:Siempre la hemos tenido, ya desde 1999 cuando arrancamos en el mercado español salimos con vocación de apoyarnos en el dato, y desde entonces apostamos por crear un Data Warehouse que hoy es referente para el Grupo ING como modelo estándar, que junto con la capacidad analítica fue parte del éxito de ING en España.
En ING tenemos interiorizada la cultura del dato, nos permite tomar mejores decisiones de negocio en tiempo real, transformar los datos en propuestas relevantes y personalizadas para cada cliente; e identificar mejor sus necesidades reales para ofrecer propuestas de valor que se adapten a sus diferentes perfiles.
Tenemos muy buena base y aspiramos a ir mejorando nuestro concepto de Data-Driven en nuestro día a día, radiografiando el dato en todo su ciclo y persiguiendo entender a nuestros clientes a través del dato para ofrecerles el mejor servicio posible.
BDM: De cara al cliente, ¿cómo trabajan los datos tanto para ofrecer nuevos productos como para mejorar la experiencia del usuario?
F.L: El cliente está en el centro de todo lo que hacemos, y el dato es un habilitador clave que nos ayuda a entender mejor sus necesidades para así poder adaptarnos a ellas, y en consecuencia mejorar la experiencia que les ofrecemos. En este sentido es muy importante enfatizar el factor privacidad del dato. Cada vez hay mayor sensibilidad en qué datos se comparten y más sin son personales, esto hace que los clientes sean más exigentes a la hora de compartirlos y hay que asegurar que el cliente tenga el control de sus datos y que además entienda el tratamiento que hacemos de ellos desde la responsabilidad como protectores de su información.
En ING mantenemos un compromiso claro para cubrir las expectativas de los clientes, aplicando la empatía. Todos somos usuarios bancarios y nos gusta que la privacidad esté por encima de todo. Para ello, En ING tenemos un marco de ética del dato con el que discutimos los dilemas que puedan generarse del propio tratamiento que hagamos del dato (para esto es importante tener una cultura del dilema) y, por otro lado, tenemos foco en asegurar que cubrimos el reglamento general de protección de datos “GDPR” con programas continuos de mejora y con roles, como el DPO, que aseguran que así sea.
BDM: ¿Puede comentar algunos proyectos en los que se halla inmerso?
F.L: Estamos en plena transformación del dato y en asegurar que incluimos un metadato que nos ayude a gobernarlo, a entender mejor su traza, a tener una definición de negocio que entendamos, a identificar un responsable de este, etc. Es nuestra principal apuesta y para ello estamos adoptando un Data Lake cuya arquitectura y tecnología es común a los países ING. Esto nos trae muchas ventajas ya que aseguramos que compartimos conocimiento, que hablamos en un mismo lenguaje, que integramos políticas y procedimientos de una forma común y que ofrecemos servicios y capacidades en torno al dato asegurando unos requisitos de usuario mínimo. También trabajamos para ir hacia un marco que nos ayude a tratar el Dato de forma holística, desde lo más operacional hasta el análisis y conocimiento y su escalabilidad. De esta forma, podremos empoderar a los propietarios del dato para que tengan la capacidad de recogerlos con unos mínimos, gobernarlos en un modelo federado y ponerlos a disposición de los usuarios. El concepto “Data Mesh” está irrumpiendo con fuerza y ayuda a definir este marco.
Datos en el sector bancario
BDM: ¿Cómo complementa la ciencia de datos el negocio bancario?
F.L: Es la base del conocimiento para poder adaptarnos a las necesidades del cliente, ayuda a entenderlo mejor y a anticiparnos a sus necesidades.
BDM: ¿Cuáles son las claves para el éxito en el análisis de datos?
F.L: Desde la perspectiva del CDO es importante asegurar que ponemos el dato a disposición de los científicos y analistas con una buena calidad. Esto es clave, pero además el gobierno que mencionaba anteriormente complementa y enriquece la forma en la que entendíamos los datos, por lo que apostar por unos metadatos que enriquezcan los datos es también importante. Lógicamente para esto hay que generar cultura y alfabetizar en torno al dato en la organización.
BDM: ¿Cuáles son los principales retos de arrancar un proyecto de ciencia de datos en este sector?
F.L: La disponibilidad de todas las fuentes de datos potenciales o necesarias, el entendimiento funcional de las mismas y la calidad son grandes retos que constantemente trabajamos para acelerar estos proyectos.
BDM: ¿Cuál cree que será el futuro del Big Data en el sector bancario?
F.L: Si hablamos de futuro creo que no debemos preguntarnos el del Big Data, sino como aseguramos que cubrimos necesidades de una responsabilidad real del dato end to end, como ponemos el dato a disposición de la organización de forma sencilla y como obtenemos valor del dato a escala. Para ello debemos entender cómo encaja el Data Mesh y esto puede llevar cambios a todos los niveles.