Artículo de opinión de Josep Maria Pujals, Licensing Director de Fractus; y, Jordi Ilario, COO & VP Licensing de la compañía, sobre el papel que las tecnologías de la información y la conectividad masiva de objetos (IoT) tiene en el desarrollo de las ciudades inteligentes.
En la era de la digitalización y la conectividad masiva, las ciudades inteligentes emergen como una respuesta clave para abordar los desafíos crecientes de los ecosistemas urbanos. Estas ciudades se fundamentan en la implementación de tecnologías de la información y la conectividad masiva de objetos, también conocida como el Internet de las Cosas (IoT). Este enfoque no solo busca resolver problemas inmediatos, sino que también se posiciona como una palanca estratégica para el desarrollo económico e innovador a nivel global.
Según el Comité Económico y Social Europeo (CESE), las ciudades inteligentes pueden convertirse en motores de desarrollo de una nueva política industrial europea capaces de influir en el desarrollo de sectores productivos específicos, extendiendo a gran escala las ventajas de la economía digital. Además, las proyecciones del mercado respaldan esta visión, con estimaciones que sugieren un crecimiento significativo. De acuerdo con el portal Statista, se espera que el mercado mundial de Smart Cities alcance los 104.80 mil millones de dólares en 2024.
La explosión demográfica experimentada por las ciudades en los últimos dos siglos, exacerbada por fenómenos como la industrialización y la globalización, ha creado una necesidad urgente de soluciones innovadoras. Se estima que para 2050, la población urbana mundial aumentará en un 50%, alcanzando los 6.6 mil millones de habitantes, según datos de la ONU. Este crecimiento, junto con fenómenos como la gentrificación y el turismo masivo, ha llevado a una presión sin precedentes en la gestión eficiente y sostenible de recursos como el transporte, la energía, la gestión de residuos, la sanidad y la vivienda.
Impacto directo en la movilidad
Uno de los aspectos más evidentes de la implementación de tecnologías en ciudades inteligentes es su impacto directo en la movilidad urbana y la gestión del tráfico. La aplicación diaria del Internet de las Cosas se manifiesta en la gestión de semáforos, señales de tráfico, recursos compartidos de movilidad, y la optimización de rutas y estacionamientos. La consultora Deloitte, además, destaca la necesidad de ofrecer servicios personalizados de movilidad, considerando que el sector de la movilidad inteligente está previsto que crezca hasta los 850 billones de euros en 2025.
Otro pilar fundamental de las Smart Cities en la gestión eficiente de la energía. En este sentido, se hace imprescindible el uso de redes inteligentes para administrar electricidad, agua y gas (smart grids) de manera eficaz y en tiempo real. Un ejemplo de éxito fue implementado en Singapur, que destaca como líder en iniciativas de arquitectura verde y planificación urbana sostenible, buscando que el 80% de los edificios sean ecológicos para 2030.
Retos y desafíos de las ciudades inteligentes
Sin embargo, el crecimiento exponencial de dispositivos IoT y el intercambio masivo de datos plantean desafíos significativos en términos de ciberseguridad y privacidad. La “Alianza para la Ciberseguridad” es una iniciativa de la Oficina Federal Alemana para la seguridad de la información que reúne a las autoridades de investigación, industria y gobierno para mejorar la ciberseguridad en todos los niveles.
Adicionalmente, las ciudades están adoptando sistemas biométricos y nuevas tecnologías de reconocimiento facial como soluciones de seguridad de acceso a edificios, oficinas y residencias o para combatir la delincuencia. Así, por ejemplo, en ciudades como Cincinnati, Sevilla o Ciudad
de México se han instalado cámaras para monitorizar barrios de la ciudad y proteger el bienestar y la seguridad de residentes y visitantes.
Ciudades inteligentes, el resultado de una inversión masiva en investigación e innovación
Ahora bien, no podemos olvidarnos de que detrás de la implementación de tecnologías en ciudades inteligentes hay inversiones masivas en investigación, desarrollo e innovación. Un estudio sobre patentes relacionadas con aplicaciones de ciudades inteligentes presentado el año
pasado en la Conferencia Internacional sobre Ciencia de la Computación e Inteligencia Computacional muestra una tendencia creciente año tras año. En el período de los últimos 16 años, de 2006 a 2022, se acumularon un total de 22.655 patentes en este campo. La infraestructura de comunicaciones móviles, en particular, desempeña un papel crucial, con proyecciones que indican un aumento significativo en conexiones globales.
Así, queda evidente que el desarrollo de modelos de ciudades inteligentes y sostenibles necesita una financiación sólida y un retorno de inversión fiscalmente estable. Y para eso, la colaboración entre sectores público y privado será clave para impulsar las inversiones en investigación, desarrollo e innovación necesarias, maximizando así el impacto positivo en el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos.
La importancia de la colaboración público-privada en el desarrollo de las ciudades inteligentes
Ejemplos de éxito, como la colaboración entre la ciudad finlandesa de Tampere y las empresas Nokia y Qualcomm en tecnologías 5G+ subrayan la efectividad de la colaboración público-privada y demuestran que la cooperación de los sectores públicos y privados resultarán claves para incentivar las inversiones en I+D+i necesarias que puedan dar respuesta a los retos de las ciudades inteligentes. Así, podremos maximizar su retorno en forma de mejora del bienestar y calidad de vida de sus habitantes y desarrollo tecnológico y crecimiento económico.
No cabe duda de que las ciudades inteligentes representan una respuesta innovadora y sostenible a los desafíos cada vez mayores de los entornos urbanos. Con el respaldo de inversiones significativas, estas ciudades tienen el potencial de no solo resolver problemas
actuales, sino también de impulsar el desarrollo económico, tecnológico y mejorar la calidad de vida de millones de personas. Por eso, la continua protección y respeto a los derechos de Propiedad Industrial de las tecnologías que conforman los pilares de las Smart Cities, como la conectividad, la Inteligencia Artificial o soluciones de ciberseguridad, serán claves para que dichas inversiones tengan el esperado impacto en los consumidores y ciudadanos y contribuyan a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.
