Entrevista a Juan María Aramburu, CEO de Keepler Data Tech, analizamos cómo la Covid-19 ha afectado a los distintos sectores industriales.

Keepler Data Tech es una compañía especializada en analítica y en el desarrollo de productos de datos que se integran en los procesos de negocio. Analizamos con su CEO, Juan María Aramburu, cómo la Covid-19 ha afectado a los distintos sectores industriales, dejando patente que aquellas empresas que ya habían iniciado la transformación digital, han podido llevar mejor el impacto que aquellas que aún no lo habían hecho y que, además, se han visto forzadas a ello.

El futuro pasa por apalancarse en los datos para tomar decisiones y mejorar la capacidad de predicción, que se hace indispensable para afrontar los cambios de tendencia en consumo y uso de servicios.

Keepler en sí misma es un ejemplo de cómo este enfoque digital y el uso de las herramientas adecuadas, permite mitigar las situaciones complejas e inesperadas del mercado. Nacida en 2018, su propia cultura de trabajo, nativamente digital, y su capacidad de adaptación al entorno, les ha permitido adaptarse al 2020 y superarlo con crecimiento y cumplimiento de objetivos.

Big Data Magazine (BDM): ¿Cómo valora 2020 y el impacto en su sector?

Juan María Aramburu (JMA): El sector tecnológico ha sido de los menos afectados por la pandemia en 2020. El tirón de la innovación tecnológica y la necesidad de las empresas de acelerar su digitalización ha hecho que las compañías del sector no nos viéramos tan afectadas.

El mejor indicador es la demanda existente de personal técnico cualificado en Europa. En 2020 se han seguido sin poder cubrir todas las vacantes necesarias. Eso sí, la velocidad de cambio en la tecnología hace que las empresas del sector debamos ser muy ágiles para adelantarnos a las necesidades del mercado.

BDM: Keepler da servicio a diversos sectores, ¿Cómo han afrontado esas distintas industrias el efecto del Covid?

JMA: En el sector retail, por ejemplo, las restricciones de movilidad han impactado en las ventas, en consecuencia, nuestros clientes han potenciado sus canales online existentes y han fortalecido su cadena de distribución. En el sector de energía, aquellos negocios relacionados con el transporte se han visto afectados por la caída de viajeros, sin embargo, el consumo de energía residencial ha crecido. El sector de las telecomunicaciones también ha sufrido el impacto derivado de la cautela de los usuarios que se han movido a servicios low-cost para reducir sus gastos fijos. Los medios tampoco han sido ajenos a la caída del consumo, que se ha reflejado en caídas en sus ingresos por publicidad.

La pandemia ha impactado en el negocio de nuestros clientes, no hay duda, pero todos ellos han continuado sus procesos de digitalización y orientación al dato. Aquellas organizaciones que habían iniciado esos procesos de digitalización y estaban ya tomando decisiones basadas en datos, han podido abordar mejor estos cambios de comportamiento de los usuarios. Trabajamos para grandes empresas que han necesitado poco tiempo para ajustarse a las nuevas características del mercado.

BDM: Maximizar la eficiencia de los recursos y reducir costes y aquello que no aporta valor, parece haber sido una de las prioridades de las compañías, ¿Cómo la tecnología ha ayudado a esto?

JMA: Hemos detectado una mayor curiosidad por la inteligencia artificial, con casos de uso que generan eficiencias operativas.

Por ejemplo, gracias a la detección de anomalías en redes de sensores, hemos desplegado sistemas de mantenimiento predictivo en compañías industriales. La tecnología de comprensión de lenguaje natural nos ha permitido clasificar cientos de miles de correos de clientes y extraer automáticamente datos de documentos para acelerar su procesamiento.

Con el uso de la inteligencia artificial también hemos ayudado a nuestros clientes a generar más ingresos. Hemos incrementado ventas en los canales online gracias a motores de recomendación y hemos incrementado la rentabilidad del negocio de los clientes ajustando los precios de forma dinámica, combinando técnicas de predicción de demanda, segmentación de clientes y optimización.

BDM: Según McKinsey, el Covid-19 ha acelerado una media de 7 años la transformación digital, ¿se ha acelerado lo inevitable o estamos improvisando algo de forma temporal?

JMA: En este periodo se han creado hábitos digitales de una forma extraordinariamente rápida. Los sistemas que habilitan el trabajo en remoto y los canales online han experimentado una evolución rapidísima en el tiempo del Covid. Lo más interesante es que se han creado hábitos digitales en los trabajadores y en los consumidores que hacen muy improbable un retroceso de la digitalización.

Concretamente y más relacionado con lo que en Keepler hacemos, hemos visto también avances en las compañías en la democratización del dato y en la modernización de la tecnología de gestión de la información. Por desgracia la asignatura pendiente es la capacitación de los empleados en el tratamiento de la información. Esta capacitación se está produciendo de una forma más lenta de la esperada.

BDM: A nivel tecnológico, y según su amplia experiencia en la consultoría IT, ¿Qué debería tener en cuenta con especial atención una compañía en el incierto escenario actual?

JMA: El impacto económico del Covid se produce por la caída de la demanda. Mi recomendación para cualquier compañía es que ponga foco en predecir cómo va a ser la demanda de sus productos en el futuro.

Invertir en sistemas de predicción de la demanda que usen inteligencia artificial para modelar un sistema de variables complejo, es algo que no sólo sirve para la situación actual, sino que va a seguir generando eficiencias cuando la demanda se normalice.

BDM: Hablemos un poco de Keepler, ¿Cómo ha afrontado 2020? ¿Han cumplido los objetivos previstos en este tercer año desde que comenzaron a dar servicio? 

JMA: El año 2020 hemos alcanzado los dos objetivos que teníamos como reto: seguir creciendo y lanzar una nueva oficina en Alemania. Keepler ha crecido un 30% en 2020 respecto al año anterior, obteniendo una cifra de negocio de 6,2 millones de euros. Pese a las dificultades derivadas de la pandemia hemos ganado proyectos relevantes en nuevos clientes.

Como comentaba, en 2020 también hemos lanzado una subsidiaria en Alemania, con sede en Frankfurt. Ya estamos ejecutando proyectos allí y disponemos tanto de capacidades comerciales como de ejecución de proyectos locales.

Sin embargo, considero que el principal éxito de Keepler en 2020 ha sido mantener la cohesión, la transparencia y la productividad. Esto ha hecho que hayamos sido capaces de realizar absolutamente todas las actividades de la empresa en remoto salvaguardando al máximo la salud de todos nosotros y de nuestros clientes.

BDM: Y, concretamente, ¿Cómo ha paliado el efecto Covid?

JMA: En Keepler ya teníamos una política de teletrabajo antes de que estallara la pandemia, por lo que esta forma de trabajo en remoto fue adoptada de manera inmediata y natural por todos nosotros. También nuestros clientes se dieron cuenta de que podíamos seguir trabajando para ellos sin problema ya que estamos acostumbrados al uso de las herramientas de trabajo a distancia.

BDM: ¿Qué planes tiene Keepler para este año?

JMA: Este año Keepler quiere seguir creciendo. Nos hemos planteado volver a crecer en dos dígitos y queremos hacerlo apoyados con más proyección internacional. Durante el 2021 abriremos oficinas en otro país europeo.

BDM: Desde su perspectiva, ¿Cuál es el reto principal para una empresa en este 2021?

JMA: Con la llegada de la pandemia hemos asistido a todo tipo de situaciones en nuestros clientes, pero sí hemos notado que todos aquellos que tomaban decisiones basadas en datos, eran más ágiles y se equivocaban menos.

Por tanto mi recomendación para las empresas en este año 2021 es que generen una cultura del dato basada en capacidades tecnológicas modernas. Esto les permitirá capear la incertidumbre del 2021 mediante la generación de eficiencias y la toma de decisiones informadas.