La transformación digital ha llegado a muchos sectores, algunos los ha barrido por completo hasta casi hacerlos desaparecer y otros han mutado por completo. Estamos en un nuevo tipo de revolución digital con nuevas reglas, los recursos de cada empresa son diferentes y se han democratizado muchas herramientas y espacios que abren las puertas a modelos de negocio a gran escala. Negocios caracterizados por ser sostenibles en costes y tan eficientes como rentables. En el contexto actual unos pocos miles de dólares pueden ser el origen de un imperio digital. El sueño de todo emprendedor, pero… ¿Es un horizonte sólo apto startups? Veremos que no.
Uno de los pilares centrales es que las herramientas digitales que permiten probar un modelo de negocio nuevo son de por sí flexibles, resilientes, escalables y relativamente fáciles de implementar. Esto permite llevarlo a entornos de producción de forma más inmediata, aprovechando sus virtudes para lograr un crecimiento rápido pero también orgánico y sostenible. Genera así un contexto en el que podemos probar un servicio con un esfuerzo y recursos relativamente pequeños.
La utilización de estas herramientas no garantiza el éxito, pero su correcta implementación requiere de todas sus partes para poder entregar valor. En este ecosistema hay ciertos conceptos con los que hay que estar familiarizado.
- Cloud Computing: La nube es el “pegamento” de la transformación digital. Esta sencilla sentencia refleja perfectamente la necesidad transversal del cloud computing. Queda expresar la dualidad de la nube: podemos profundizar y debatir sobre los tipos de *aaS, sobre los costes, proveedores… Pero hay dos realidades innegables a asumir, por un lado: estamos alquilando cómputo, espacio o un software que nos proporciona un servicio y, por el otro, sin estos servicios es imposible (o al menos excesivamente complicado) lograr unir todos los fragmentos del mapa que necesitamos para este viaje.
- Big Data: Siempre hemos requerido de información y datos, lo que ha cambiado es que el abaratamiento del cómputo (culpa de la nube) y del almacenamiento (también), han dado lugar a herramientas que facilitan su tratamiento en ingentes cantidades, desde su recolección hasta la consulta posterior.
- Microservicios: Paradigma de desarrollo de software que consiste en organizar la solución de un problema a través de componentes relativamente pequeños comunicados entre sí, en lugar de con un único software con muchas funcionalidades.
- Serverless: Paradigma de desarrollo de software que consiste en organizar la solución de un problema a través de ejercicios de cómputo efímeros. Se basa en servicios que realizan su funcionalidad únicamente a partir de unos pocos parámetros y código fuente desarrollado por nosotros, abstrayéndose por completo de cualquier tipo de gestión de máquinas, software…
- Agile: Conjunto de herramientas que permiten el desarrollo de iniciativas a través de equipos que se auto organizan y que entregan valor a través de ciclos cortos iterativos. Es importante destacar el hecho de que estos equipos no van más rápido, si no que son más flexibles al cambio.
- DevOps: Ciclo virtuoso de entrega de software que permite que disponibilizar el software de forma automática en ciclos cortos, garantizando la estabilidad y disponibilidad del producto. Sus dos pilares son la automatización y la monitorización constante del producto.
- Data-Driven: Empresas que han abrazado el uso de los datos para la toma de decisiones informadas en un entorno digitalizado y que forma parte de su cultura. Este modelo se aplica tanto a las decisiones de producto como a las internas de la propia empresa.
- Cloud-Native: Las arquitecturas nativas de la nube aprovechan al máximo la entrega on-demand, el despliegue global, la elasticidad y los servicios de nivel superior. Permiten enormes mejoras en la productividad de los desarrolladores, la agilidad de los negocios, la escalabilidad, la disponibilidad, la utilización y el ahorro de costes.
Una perspectiva holística
Si tenemos en cuenta todos los elementos analizados, su suma cubre el espectro completo para tener una cultura transformadora, donde se comparten los datos para poder desarrollar productos y servicios estables con garantías acierto y acercamiento al público objetivo, en un entorno de confianza y con entrega constante de valor, independientemente de los cambios y situaciones que ocurran. Un contexto en el que es posible adaptarse al entorno contando con datos veraces como referencia en lugar de predicciones.
Desde una perspectiva más técnica, se obtienen soluciones tecnológicas con los requisitos que demanda el mercado y la garantía de que se van a desplegar en cuanto estén listas, son tolerantes a fallos y escalan según la demanda en una forma óptima en costes.
Este tipo de aplicaciones están diseñadas desde el origen para aprovechar al máximo los recursos y posibilidades que ofrece la nube, desde los servicios gestionados, hasta los componentes elásticos a la demanda o auto escalables, lo que da lugar a un sinfín de posibilidades y nuevas arquitecturas de una complejidad y profundidad mayor. Este contexto nos obliga a recurrir a herramientas para monitorizar, comunicar y trazar los componentes y servicios que pasan a ser parte vital del software que vertebra nuestro producto. En general, las arquitecturas basadas en microservicios o en serverless son las más utilizadas, ya que son altamente eficientes y con un coste de infraestructura relativamente bajo.
Podemos describir con muchas palabras la corriente que aúna todas estas técnicas y procedimientos, pero hay un sentir común: los cambios en el entorno se suceden cada vez con mayor frecuencia y de mayor impacto. Los datos permiten conocer de primera mano y tomar conciencia de dichos cambios para aprovechar esta información, descubriendo nuevas fuentes de ingreso, optimizando los procedimientos actuales o cualesquiera que sean las formas de obtener valor que surjan, pasarán sin duda por un uso mayoritario de la nube y las herramientas que conlleva. La adaptación a esta y otras situaciones que vendrán deberá contar con agilidad, eficacia a la hora de actuar e información para hacerlo con certeza.
