El buen uso de los datos en la Sanidad ahorraría más de 300.000 millones al año

Hospitales y centros de salud ya utilizan herramientas que permiten identificar a pacientes crónicos y ayuda a tomar decisiones clínicas a tiempo real.

Usar el Big Data y hacerlo bien conlleva muchas ventajas, sobre todo para sectores como el de la Sanidad, donde se prevé que se podrían ahorrar entre 300.000 millones y 500.000 millones de dólares al año, según un estudio de NetApp.

La calidad de la asistencia sanitaria depende del uso que se le dé a los datos. A través del informe ‘Big Data y Salud‘ estiman que el cuerpo humano produce hasta 150 billones de GB de información, que puede recopilarse de muchos modos y que las organizaciones sanitarias ya utilizan más de 25.000 petabytes de datos, 50 veces más que los que usaban hace cinco años.

Identificar pacientes crónicos

El informe recoge diversas herramientas que ya se emplean en el ámbito sanitario y que ayudan a realizar una gestión más eficiente de los recursos. Una de ellas es el denominado Real World Data. Se trata de una herramienta que permite identificar pacientes crónicos, ayudar a la toma de decisiones clínicas en tiempo real y trasladar información directamente a los pacientes. ¿Su objetivo? Mejorar la calidad, seguridad y eficiencia de la atención sanitaria.

Tal y como asegura el director del área de Planificación y del área de Atención Domiciliaria y Telemedicina del Hospital Universitario y Politécnico LA FE de Valencia, Bernardo Valdivieso en el informe, el uso del Real World Data permite comprobar «a qué personas les das ese fármaco y si la eficacia que tenía demostrada se comprueba en el salto a la efectividad cuando lo usas en el mundo real».

En el ámbito sanitario ya se están recogiendo muchos datos. Hace unos años empezó a digitalizarse la historia clínica, que se une a la existencia de la tarjeta de identificación sanitaria implantada en todo el país. «La finalidad de todo es prescribir algo que evite lo que sabemos que va a pasar. Ese el camino de la medicina de precisión», asegura Valdivieso.

Eso sin olvidar lo que supone el ahorro de costes para un sector que suele estar endeudado. «Estamos acostumbrados a demostrar la eficacia de los fármacos a través de los ensayos clínicos, pero esto no deja de ser una burbuja en la que se selecciona una población muy concreta», explica. A su vez, informa de que gracias al Real World Data pueden también comprobar a qué personas se les está recetando cierto fármaco y si la eficacia que tenía demostrada es real.

A su juicio, el desarrollo del Big Data en este sector es positivo, pues ya no se va a tener que esperar a que llegue el enfermo, sino que los médicos gestionarán a la población para «preservarla sana y para mantener estables las enfermedades y que no progresen».

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