La Inteligencia Artificial es el último tema tecnológico de moda gracias al auge de ChatGPT. Este chatbot, creado por OpenAI y respaldado por Microsoft, ha impresionado y conmocionado por su capacidad para responder preguntas, escribir redacciones e incluso argumentar casos jurídicos.
Sus capacidades también han puesto otro tema en el punto de mira de la gente: si la inteligencia artificial puede afectar a sus trabajos y carreras, cómo y cuándo. Y aunque se ha disparado la preocupación por que la tecnología basada en la IA se haga cargo de los puestos de trabajo de la gente, los expertos dicen que no es tan sencillo.
¿Sustitución o creación de empleo?
La respuesta breve a la pregunta de si la IA sustituirá algunos puestos de trabajo es un «sí» rotundo.
Según Steven Miller, profesor emérito de sistemas de información de la Universidad de Gestión de Singapur, los avances en inteligencia artificial hacen que la tecnología pueda conseguir cada vez más y eso, por supuesto, repercutirá en los puestos de trabajo.
«A medida que las máquinas físicas, los sistemas de software y las combinaciones de hardware y software se vuelven más capaces como resultado de la habilitación de la IA, es cada vez más posible y económicamente viable sustituir una mayor parte del trabajo humano actual por máquinas», explica a CNBC Make It.
Miller añade que algunas funciones son más vulnerables que otras, especialmente las que son muy repetitivas o se basan en instrucciones o normas muy específicas que establecen lo que hay que hacer.
Por otro lado, las tareas que cambian a menudo y, por tanto, requieren elementos como adaptabilidad y flexibilidad, son más difíciles de sustituir por la tecnología.
Según Dimitris Papanikloaou, catedrático de Finanzas de la Kellogg School of Management de la Northwestern University, es muy poco probable que la tecnología se apodere de empleos con un fuerte componente humano, como el de terapeuta. «Los trabajos que hacen hincapié en las habilidades interpersonales son mucho más difíciles de sustituir por una IA», afirma.
¿Nuevos empleos en el horizonte?
Las preocupaciones no son sorprendentes, dice Steve Chase, líder de consultoría de KPMG: «Como ocurre con la mayoría de los avances tecnológicos, es natural que exista un temor inicial de pérdida de empleo y desplazamiento entre los trabajadores».
Sin embargo, es crucial tener en cuenta varios puntos, añade. En primer lugar, ya se han producido antes trastornos similares: por ejemplo, la difusión de los ordenadores o de máquinas más avanzadas y especializadas en las fábricas.
Cambiaron la forma de trabajar y el tipo de trabajo que se realizaba, y en algunos casos hicieron innecesarios algunos empleos, pero hoy no podemos imaginarnos la vida sin ellos.
Se trata de un proceso secular, afirma Miller, y añade que la historia demuestra que si se pierden puestos de trabajo a causa de las nuevas tecnologías, se crean otros en su lugar.
«La creación de nuevos empleos derivados de la capacidad de crear y suministrar nuevos tipos de bienes y servicios… ha superado con creces el número de empleos desplazados», explica.