Ya se está desarrollando Hexa-X, una iniciativa que cuenta con un presupuesto de 14 millones de dólares para el desarrollo de tecnologías esenciales.
El 6G será el sustituto del 5G, de la misma forma que este último terminará sustituyendo al 4G y así sucesivamente. Sin embargo, algunos creen que es todavía precipitado hablar de esta tecnología, mientras que otros muchos defienden que es necesario empezar a trabajar en ella para tenerlo todo lo listo cuando llegue su momento. De hecho, el 4G llegó a España en 2013 y, menos de 10 años después, ha arrancado el despliegue de 5G. Las previsiones del 6G son traerlo en 2030 y estos son los planes que tiene Europa para el 6G y su velocidad terabit, entre otras cosas.
El desarrollo de las tecnologías móviles se actualiza cada diez años, aproximadamente. Basta recordar cuándo tuvimos nuestro primer celular para advertir cómo fueron cambiando las cosas desde entonces. La avanzada de China y Estados Unidos sobre las redes 4G y 5G y la pelea que ambas mantienen en ese terreno dejó relegada a Europa. Hexa-X parece querer devolver a Europa el protagonismo de antaño y no ceder espacio en el desarrollo de las tecnologías que prometen volver a cambiarnos las vidas dentro de una década.
Los medios europeos se hicieron eco de la puesta en marcha de Hexa-X, iniciativa oficializada a principios de 2021, que cuenta con un presupuesto de unos 14 millones de dólares para desarrollar tecnologías esenciales que permitan crear redes inalámbricas que conecten el mundo humano, el físico y el digital. Esa es la promesa de 6G.
Tres fases de implantación
El consorcio, del que participan Telefónica y Telecom Italia entre los operadores, tiene que resolver varias cuestiones: integrar esa tecnología en los avances en Inteligencia Artificial (IA) y Machine Learning (ML), crear una única red de redes tendiente a conformar un nuevo ecosistema digital que conecte las fuentes de datos disponibles; y alcanzar una infraestructura digital optimizada desde el punto de vista de la energía para reducir la huella ambiental de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs). A esto se suma la necesidad de otorgar confidencialidad e integridad a las comunicaciones, además de velocidades extremas de bits y latencias extremadamente bajas.
El proyecto se dividirá, a su vez, en tres fases: la primera estará orientada a definir las tendencias e identificar brechas y casos de uso, la segunda tendrá que definir la arquitectura y el conjunto de soluciones inaugurales, y la tercera será la que dé lugar a las demostraciones de lo realizado en las etapas anteriores a través de pruebas de concepto.
¿Será Europa capaz de adelantar cuerpos en el desarrollo de 6G a partir de esta iniciativa cuando quedó tan rezagada en 5G? Tal como se viene sosteniendo en TeleSemana, la decisión de Europa de mantener en pie a sus principales proveedores de infraestructura, Nokia y Ericsson, no parece haber sido suficiente para posicionarse con fuerza en 5G. China se impuso con su infraestructura y sus patentes, Estados Unidos lo hizo a nivel de servicios, con cloud a la cabeza.