Artículo de Miriam Martínez Martín, ingeniera energética de Eficia.
En la actualidad, donde la eficiencia energética y la sostenibilidad son fundamentales, el sector de la edificación se encuentra en constante evolución. Los edificios inteligentes, conectados a través del Internet de las Cosas (IoT), están liderando la revolución en la gestión energética.
Los grandes edificios representan una parte significativa del consumo energético total del país. Tanto edificios emblemáticos como centros comerciales o complejos industriales suponen una alta demanda de energía a nivel nacional. Es por ello por lo que, la eficiencia energética en este sector no solo es una cuestión económica, sino también una responsabilidad ambiental para reducir la huella de carbono y avanzar hacia un futuro más sostenible. El uso de tecnologías como el Big Data y el Internet de las Cosas (IoT) está revolucionando la forma en que se gestionan estos grandes edificios, permitiendo un enfoque más inteligente y consciente para equilibrar las demandas energéticas y la comodidad de los ocupantes.
En este artículo, exploraremos cómo el uso del Big Data está transformando la forma en que los edificios consumen energía y cómo estas innovaciones están forjando el camino hacia un futuro más sostenible y eficiente.
Datos en Tiempo Real
La gestión inteligente de la energía es un desafío crucial hoy en día, especialmente cuando se trata de grandes edificios. Los edificios conectados recopilan y transmiten datos heterogéneos en tiempo real desde una gran variedad de fuentes, tales como sensores de temperatura, sistemas de iluminación o equipos de climatización. La monitorización constante es una característica clave de los edificios inteligentes, es más, estos datos son el oro en bruto para poder extraer información y conocimiento.
Estos datos se conectan a la nube y se procesan de manera masiva para obtener información útil y valiosa que puede guiar la toma de decisiones. Además, es posible plasmar estos datos en plataformas de gestión o cuadros de mando visualmente atractivos, fáciles de usar y evolutivos, para que distintos agentes puedan tener acceso a toda esta información en cualquier momento y actuar en función de sus competencias.
La capacidad de escalar desde un solo edificio inteligente hasta un parque de edificios completo brinda la flexibilidad de optimizar el consumo de energía a un mayor nivel y tener toda la información en tiempo real de distintos edificios en una sola plataforma, lo que permite cruzar información, realizar comparativas o incluso informes. Cuantos más sistemas de los edificios se tengan conectados, con más datos se contará para entender y estudiar su comportamiento, analizar rendimientos, realizar modelos predictivos, realizar mejoras continuas, obtener patrones, etc.
Además, también es crucial almacenar los datos en repositorios para poder contar con ellos en cualquier momento (datos históricos) y de esta manera poder realizar comparaciones, detectar cambios de funcionamiento, anomalías, etc.
Aplicaciones en la gestión de equipos
Gracias al conocimiento extraído con estos datos y a la detección de las posibles mejoras, con el objetivo de llevarlas a cabo con la mayor brevedad posible, resulta altamente interesante la integración de sistemas de gestión de edificios (BMS) para realizar cambios en el funcionamiento de los sistemas, optimizar el rendimiento de los equipos y minimizar el consumo de energía.
Mediante el uso de autómatas, sensores inalámbricos y actuadores, los BMS pueden variar el control de equipos como sistemas de climatización y ventilación o iluminación, con el fin de reducir el consumo energético de los edificios y asegurar el confort térmico en su interior. Además, la adaptación continua del funcionamiento de los equipos basada en datos en tiempo real mejora la eficiencia y reduce los costes operativos.
Un aliado importante para hacer más eficientes los resultados obtenidos a través de los datos es tener un equipo de expertos dedicado a la monitorización, que pueda detectar las desviaciones de consumo y analizarlas; y del BMS para mantenerlo físicamente y ajustar sus parámetros de forma sencilla a través del tiempo. Esto mantiene actualizado a un edificio ya que este vive y cambia (necesidad de adaptación a los cambios máquinas, horarios de apertura al público o de acceso a los trabajadores que cambian, etc)
Optimización del mantenimiento
La conectividad de los edificios inteligentes también está revolucionando el sector del mantenimiento. Al estar conectados a los sistemas de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado (CVAA), se recopila información detallada sobre el funcionamiento y las alarmas activas. Estos datos se analizan de manera masiva y se traducen en acciones de mantenimiento proactivas y eficientes, lo que prolonga la vida útil de los equipos y reduce los tiempos de inactividad.
En conclusión, los edificios inteligentes están transformando la forma en que gestionamos la energía y mantenemos nuestros espacios. La capacidad de extraer conocimiento de grandes volúmenes de datos heterogéneos nos permite optimizar el consumo de energía, mejorar la eficiencia operativa y crear entornos más sostenibles y confortables. En un momento en que la sostenibilidad y la eficiencia son cruciales, la implementación de soluciones basadas en Big Data se presenta como una solución poderosa para enfrentar los desafíos energéticos y económicos que tenemos en la actualidad. Los edificios inteligentes son el futuro y el Big Data es la brújula que los guía hacia una gestión energética más inteligente y consciente.