DataBeers, el encuentro entre profesionales, investigadores, estudiantes y personas interesadas en el campo de la ciencia de los datos que tiene lugar cada dos meses en la ciudad Condal, cumple ya 3 años.
En esta edición celebrada en l´Antiga Fàbrica Estrella Damm, se han tratado temas como el sesgo en la web, los macrodatos del Ártico y el cambio climático o los recogidos en los satélites espaciales como un nuevo mercado al alza.
En cada edición DataBeers pretende ofrecer a los asistentes la oportunidad de conocer de la mano de expertos de diferentes áreas, tanto nacionales como internacionales, las tendencias y la situación actual de este sector que crece a una velocidad incomparable, abriendo así debate acerca de las oportunidades y necesidades en torno a este campo.
Las profesiones vinculadas con el BigData y la tecnología son los perfiles más difíciles de cubrir por las empresas en la actualidad, representando poco más del 10% del total, según data el informe EPYCE. En esta nueva edición en la que se celebra su tercer aniversario se han presentado conferencias que dejan al descubierto la problemática del sesgo en la web, la importancia de controlar y conocer los datos de la climatología del Ártico para controlar políticas de cambio climático o, por ejemplo, los nuevos mercados crecientes en torno a los valores que se pueden recopilar de los satélites espaciales de todo el mundo. Sesgo en la web – 10 años de retraso respecto a otros países.
El primer ponente de esta última edición fue Ricardo Baeza, CTO en NTENT, empresa líder mundial en la búsqueda semántica y comprensión del lenguaje natural con sede en Estados Unidos, quién compartió su perspectiva del sesgo de la web y los problemas que se generan de ello. Baeza afirma que el sesgo provoca desviaciones en los datos que se obtienen derivando en toma de decisiones erróneas, como pueden ser decisiones racistas o machistas. Esta problemática afecta a todo el mundo, pero según cuenta Baeza, en España siempre vamos por detrás de otros países, como 10 años de retraso.
Los datos del cambio de clima estudiando el Ártico
Dragana Bojovic – Investigadora en “The Barcelona Supercomputing Center”, aportó información de mucha utilidad sobre el Big Data referente al cambio climático. La investigadora que trabaja en un proyecto conjunto con 15 países dentro del campo del cambio climático, sostiene que dentro del sector de la climatología los datos cobran especial importancia ya que puede permitir a un país adoptar con cierto criterio, medidas dentro de su política de cambio climático. El hecho de tener en cuenta los grandes volúmenes de datos que se obtienen del polo Ártico, no permite ver la conexión entre el cambio climático global y el particular de algunos países.
Del Ártico al espacio, DataSpace is the new Black
Laura Moreno, Directora de Starlab Space, comparte que el mercado de datos espaciales ha cambiado y que se encuentra en un momento clave. Hoy en día se puede extraer el valor de los datos de cualquier satélite del mundo, ya sean públicos o privados. Esto confiere una oportunidad enorme al mercado, “a la vista está cuando los grandes como Amazon o Google están en primera línea”, sostiene Moreno.
El mercado de los datos en el espacio antes era un nicho muy pequeño, sin embargo ahora hay un cambio de paradigma, hay muchos más satélites que hace unos años y el precio de los datos ha bajado, esto ha hecho que se abran muchas más oportunidades dentro de la industria sectores como la agricultura, que llevan años nutriéndose de datos procedentes de los satélites pero hay muchas otras que están despertando como pueden ser la construcción o la de los seguros, el mercado está creciendo lleno de oportunidades.
Los datos biométricos y sus limitaciones
El Dr. Adrià Pérez-Rovira, investigador en la empresa DAON, fue el responsable de hablarnos sobre biometría, la ciencia que observa y mide los valores biológicos. Esta ciencia permite generar modelos matemáticos en torno a una persona de tal manera que la puedan representar de una manera única, permitiendo su autenticación, ya sea con fisionomía facial, con huellas dactilares o reconocimiento de voz.
En este campo se ha avanzado mucho, lo vemos cada vez más, en el móvil, para entrar al gimnasio, o para realizar micro gestiones en cuestión de segundos, sin necesidad de rellenar formularios o recordar passwords. No obstante, no se trata de una ciencia exacta, Pérez Rovira explicó a los asistentes que tiene sus limitaciones, poniendo algún ejemplo curioso como es el caso de engañar a los sensores de reconocimiento facial con una foto. No obstante no hay que alarmarse, la evolución de esta ciencia es muy rápida y los sistemas más actuales, solicitan al usuario que pestañee, o que sonría, para descartar el posible uso fraudulento.