La sostenibilidad empresarial se ha convertido en los últimos años en un desafío prioritario y un imperativo de negocio para la mayoría de las compañías europeas. De hecho, según el informe Global Business Pulse, el 54% de las empresas considera la sostenibilidad tan importante o más que el éxito financiero.
Como se puede observar en el gráfico más abajo, entre los directivos españoles que consideran imprescindible abordar la sostenibilidad empresarial en el corto-medio plazo, un 39% considera que es clave para mejorar la eficiencia operativa y reducir costes, y un 37% admite que lo cree necesario debido a las exigencias de los clientes.
Sin duda la sociedad y los gobiernos son cada vez más críticos con respecto a la aplicación por parte de las empresas de buenas prácticas medioambientales y penalizan la generación de desperdicio y la emisión de gases contaminantes.
Para cumplir con los estándares de sostenibilidad empresarial las organizaciones están llevando a cabo diferentes estrategias como, por ejemplo: cambiar su flota por vehículos eléctricos, hacer uso de energías renovables, digitalizar procesos para reducir la documentación en papel, utilizar sistemas de iluminación y climatización de bajo consumo, adoptar el enfoque 3R (reducir, reutilizar y reciclar), programar el apagado y desconexión automática de equipos, o invertir en tecnologías que les permitan maximizar el uso de sus recursos de una manera eficiente.
Aplicando IA (Inteligencia Artificial) para lograr los objetivos de sostenibilidad
Las nuevas tecnologías son un gran aliado para las compañías en el camino por alcanzar los objetivos de sostenibilidad. En concreto la Inteligencia Artificial puede ayudar enormemente en este desafío. Algunos ejemplos son:
- Predicción de la demanda. Las compañías utilizan modelos predictivos para conocer cuál será la demanda de un determinado producto o servicio en el futuro, y en base a esta información, planificar los activos que serán necesarios. Estas predicciones son la base para poder planificar de una manera eficiente y sostenible los recursos evitando por ejemplo excedentes de producto, desperdicio de materias primas, etc.
- Reducción de residuos y del uso energético en vacío. Las organizaciones pueden utilizar modelos de optimización para mejorar sus planificaciones de producción y de gestión de inventario. Una máquina encendida en la planta sin producir supone un gasto energético evitable. Por eso, a través de estos modelos consiguen minimizar los largos tiempos de inactividad de las máquinas por falta de materias primas, cambios de materiales en los equipos para la fabricación de diferentes productos, etc. Además, una buena planificación de la producción puede minimizar el desperdicio generado, lo que es clave para contribuir a la reducción de la huella de carbono.
- Minimización del uso de combustibles y emisiones de CO2 en transporte. Las cadenas de suministro utilizan modelos de planificación logística y de optimización de rutas para realizar sus actividades de distribución de la manera más eco posible. Planifican los envíos y las rutas intentando optimizar el uso de sus recursos (flota de vehículos, conductores, etc.) y minimizar el kilometraje y el uso de combustible. Un caso más concreto es por ejemplo la aplicación de IA en las operaciones portuarias. Los puertos utilizan modelos basados en IA para evitar las largas esperas de entrada y salida de buques en la terminal, o para evitar problemas con mercancías especiales que puedan repercutir negativamente en el medioambiente.
- Reducción de averías y problemas en el mantenimiento de activos. Las compañías pueden aplicar el mantenimiento predictivo para adelantarse a los fallos de los equipos y cambiar piezas o componentes antes de que ocurra; evitando así posibles averías antes de que incurran en mayores emisiones contaminantes. Además, planificando de manera óptima las tareas de mantenimiento, las compañías reducen los desplazamientos para realizar las intervenciones y controlar aspectos clave como el desgaste de los neumáticos, que afectan directamente al uso de combustible.
Estas son sólo algunas de las aplicaciones de la Inteligencia Artificial en el ámbito de la sostenibilidad empresarial, pero hay infinidad de casos de uso y soluciones. El problema no sólo reside en que las empresas que no empiecen a invertir en sostenibilidad no sólo no cumplirán con la legalidad a corto-medio plazo, sino que no podrán competir en un mercado que cada vez lo pone más en valor.
Las organizaciones no deben ver la sostenibilidad empresarial como algo que tienen que hacer para poder operar según la normativa vigente, sino como una ventaja competitiva, un driver para la innovación, una oportunidad para crecer de una manera eficiente, segura y sostenible.