Investigadores se afanan en encontrar la mejor tecnología que permita identificar y caracterizar los microplásticos en el océano y ayudar a su eliminación.
Limpiar de plásticos el océano es una de las prioridades que hay en la actualidad para preservar el medio ambiente. La Inteligencia Artificial se ha convertido en una poderosa herramienta para hacer realidad ese objetivo. Investigadores de distintos ámbitos consideran que la tecnología es un valor al alza a la hora de eliminar los plásticos.
Boya que absorbe micropláticos
El grupo español de diseño YUDesign ha ideado una boya capaz de absorber los microplásticos del océano.
El microplástico es un material altamente tóxico de menos de 5 mm de diámetro que peces y demás criaturas marinas ingieren a dirario. De esta manera, no sólo se daña al pez que ha ingerido microplásticos, sino que éstos se introducen en la cadena alimentaria.
Las nuevas boyas marinas creadas por YUDesing incluyen filtros que actúan pasivamente limpiando el mar de estas partículas. También incluye carbón activo para filtrar las partículas de menor tamaño. Fabricadas a partir de polietileno (material que no se descompone en microplásticos), la fabricación de esta boya limpiadora sólo cuesta 20 céntimos más que la de una boya ordinaria.
Detectar los microplásticos
Por otro lado, desde la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) se está llevando a cabo un proyecto para detectar los microplásticos en el mar. A través del proyecto se investigará el uso de algoritmos de Inteligencia Artificial que ayuden en el proceso de caracterizar microplásticos en muestras de agua de mar, que serán recogidas en la zona portuaria de Cartagena por voluntarios de la empresa Navantia.
Un microscopio de código abierto e impreso en 3D será el encargado de la toma automática de las imágenes de las muestras necesarias para ejecutar el algoritmo.
Los microplásticos son fragmentos menores de 0,5 centímetros que llenan las playas, mares y océanos. Solo en el fondo marino, se estima que puede haber más de 14 millones de toneladas de microplásticos. Debido a su pequeño tamaño, es necesario el uso de un microscopio y el ojo de una persona entrenada para su identificación.