Cinco mitos que rodean al Cloud en 2022

Con una cifra de gasto que alcanzará aproximadamente, según Gartner, los 500.000 millones de dólares en 2022 -lo que significa un aumento del 20% respecto a 2021- la nube pública está sin duda sobre la mesa de todas las organizaciones actuales en su viaje de transformación digital. Además, un 35% de este gasto lo ocupa SaaS, una modalidad que representa el mayor segmento de mercado de la nube pública.

Sin embargo, a pesar de las ventajas del modelo y que son múltiples los estudios que ratifican sus resultados –según una encuesta de Accenture2, casi 3 de cada 4 empresas recortaron costes  con la migración al cloud hasta en un 11% y pudieron acelerar la traslación de su carga de trabajo en respuesta a la situación sanitaria-, solo el 22% de las empresas españolas3 utilizan actualmente servicios en cloud, frente al objetivo del 75% previsto por la Comisión Europea en la Década Digital 2030.

Ante este escenario, los expertos de Liferay Inc. han analizado las principales preocupaciones que aún genera el salto tecnológico al cloud, elaborando un ranking con los 5 mitos que aún prevalecen en 2022 y que ralentizan su avance:

1# Mito de la precipitación

El software empresarial se está transformando ante la constante presión que sufren las organizaciones para digitalizar rápidamente todas las áreas del negocio. Muchos ven el propio cloud y la migración de datos como un proceso complejo y sienten una presión extra “si no estoy en el cloud, no voy a ser competitivo, y estar en el cloud va a ser una tarea ardua y compleja”. Aquí la clave está en la elección del proveedor, porque la realidad es que las fórmulas que ofrece la nube actualmente permiten acceder a grandes tecnologías sin la necesidad de complejos desarrollos, sin preocuparse de mantenimientos, actualizaciones, y, de hecho, simplificando las tareas de integración.

Asimismo, gracias a las nuevas modalidades cloud las empresas pueden quitarse presión empezando poco a poco, utilizando los recursos necesarios y ampliando capacidades en el momento preciso. La nube no es sino un elemento que aligera presión sobre el proceso de digitalización y su proyección de futuro.

2# Mito de la personalización

Muchas empresas piensan que, por ejemplo, bajo el paraguas de un modelo SaaS van a obtener una solución cerrada, un paquete similar al del resto de compañías. Pero esto no es así, ha cambiado sustancialmente en los últimos años y la personalización es un valor más que habrá que buscar en la oferta de los proveedores del mercado. Lo importante es que las organizaciones sepan que aumentar la flexibilidad de soluciones y plataformas en la nube, con mayores capacidades de personalización, es ya de por sí una tendencia clave y donde se está enfocando gran parte de la competitividad y la oferta cloud actual.

3# Mito de seguridad

Los expertos siguen insistiendo: la nube puede ser mucho más segura que un centro de datos propio. Las inversiones de la industria en este tipo de sistemas se incrementa anualmente y las innovaciones y mejoras de la tecnología en la nube no dejan lugar a las dudas. Aspectos como la actualización continua o la gestión del cumplimiento integrada en las soluciones respaldan que no solo sean soluciones muy seguras, sino que además ayudan a implementar las normas y otras regulaciones en ámbitos como la protección de datos.

4# Mito del tamaño

Una parte del tejido empresarial sigue percibiendo que el número de empleados o el número de años de trayectoria en el mercado son algo relevante a la hora de abordar la nube. La realidad es que, si por algo se caracteriza la nube, es por favorecer modelos flexibles que permiten que empresas de tamaños más modestos puedan digitalizarse plenamente y disfrutar de grandes capacidades o funcionalidades tecnológicas, al mismo tiempo que reducen sus costes.

5# Mito de la accesibilidad

La compatibilidad, la integración o la accesibilidad a la información o a los datos son otras de las grandes preocupaciones en la mente de las compañías cuando dan el salto al cloud. La disponibilidad de la información está garantizada y, además, protegida por las actualizaciones automáticas de manera que todo es mucho más controlable. Las compañías deben empezar a ver el cloud como una posibilidad de ir un paso por delante de sus competidores, midiendo y ajustando su tecnología ante cualquier tipo de cambio disruptivo.

“Las diferentes modalidades que nos ofrece el cloud hoy en día ayudan a reducir el time to market, a eliminar los costes de actualización y mantenimiento, y reducir los gastos indirectos y de infraestructura para las compañías en sus procesos de digitalización”, destaca Carolina Moreno, vicepresidenta de Ventas y directora general de Liferay para el Sur de Europa. “Pero no todas las empresas son iguales, no se hallan en el mismo momento de madurez digital ni tienen los mismos requisitos críticos. Estamos en un momento de evolución digital donde cualquier empresa que quiera ser competitiva debe dejar atrás algunos mitos tecnológicos que no se corresponden con la realidad actual, como ocurre en el caso de cloud, y focalizarse en ventajas como la flexibilidad, escalabilidad y reducidos tiempos de implantación”.

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