La incertidumbre regulatoria, junto con la falta de confianza, son los principales obstáculos para el desarrollo de blockchain. En 2030, entre el 10% y el 20% de la infraestructura necesaria para el funcionamiento de la economía mundial estará soportada en esta tecnología. Estados Unidos y China, los países que están liderando su desarrollo.
Blockchain empieza a tomar cuerpo entre las grandes empresas internacionales, que no quieren quedarse al margen de las oportunidades y ventajas que ofrece esta nueva tecnología. Según la Global Blockchain Survey 2018, realizada por PwC entre 600 ejecutivos de grandes empresas internacionales, cuatro de cada cinco directivos -el 84% de los entrevistados- ya tienen en marcha en sus compañías iniciativas de blockchain. Eso sí, en distinto grado de avance. El 15%, por ejemplo, ya tiene proyectos en pleno funcionamiento, el 10% en fase de prueba o piloto; el 32% en desarrollo y el 20% en fase de estudio –ver gráfico-. Solo el 14% está, de momento, al margen de esta tecnología.
El informe revela que las empresas entienden la capacidad que tiene blockchain para revolucionar el mundo de los negocios y del comercio electrónico, y no quieren quedarse atrás en esta carrera y renunciar a algunas de las ventajas que ya se apuntan: reducción de costes e incremento de la transparencia, de la trazabilidad y de la velocidad en los procesos de negocio. En 2030, se espera que blockchain soporte entre el 10% y el 20% de la infraestructura necesaria para el funcionamiento de la economía mundial. Ese mismo año, según Gartner, el valor de negocio de esta tecnología superará los 3 billones de dólares en todo el mundo.
El sector financiero es, para el 46% de los entrevistados, el que más está impulsando el desarrollo de blockchain en el entorno empresarial –y esperan que así siga siendo en los próximos tres a cinco años-. Sin embargo, también apuntan a otros sectores donde su aplicación puede ser interesante, como son los de energía, industrial, salud, sector público, retail y consumo, y el de ocio y entretenimiento.
Los directivos encuestados consideran que Estados Unidos (29%) y China (18%) y Australia (7%) son los países más avanzados y que están liderando del desarrollo de la tecnología blockchain. Sin embargo, en los próximos tres a cinco años, esperan que China se convierta en el primer centro de actividad, por delante de Estados Unidos y de Europa.
Obstáculos
Los directivos son plenamente conscientes del gran potencial de la tecnología blockchain en el mundo de los negocios. Sin embargo, consideran que todavía existen una serie de obstáculos que están ralentizando su desarrollo. La incertidumbre regulatoria es, para el 48% de los entrevistados, la principal barrera, seguida de la falta de confianza, según el 45%, mientras que, para el 31%, el coste es la primera razón para la paralización de los proyectos.
El estudio considera que se están produciendo una serie de cambios sintomáticos en el entorno empresarial que permiten adelantar el impacto que tendrá la tecnología blockchain en el futuro, como, por ejemplo:
- Tokenizacion de activos. Se está generando la tokenización de todo tipo de activos, ya sean reales o virtuales en cadenas de bloques: desde materias primas, hasta productos elaborados o derechos y participaciones, etcétera.
- Las ICOs ya levantan miles de millones. Las llamadas ICOs –Initial Coin Offerings, por sus siglas en inglés-, que permiten a las empresas financiarse a través de criptomonedas, están haciendo llegar miles de millones de dólares a las plataformas de blockchain. En los cinco primeros meses de este año han levantado más de 13.700 millones de dólares.
- Blockchain, en las plataformas corporativas. Además, las plataformas de software corporativo que sostienen las funciones de financiera, de recursos humanos y de relación con clientes están incorporando, cada vez más, la tecnología blockchain.
Finalmente, el documento señala la importancia que va a tener para la expansión definitiva de la tecnología blockchain la capacidad que tengan las compañías de los distintos sectores e industrias en ponerse de acuerdo y trabajar conjuntamente para diseñar unos estándares comunes de funcionamiento.