Más de tres décadas después de SimCity, las empresas tecnológicas, los minoristas y los gobiernos están utilizando los bloques de construcción básicos del juego para crear mundos tridimensionales.
En el videojuego SimCity, publicado por primera vez en 1989, los jugadores empiezan con un simple terreno, un sedimento digital que poco a poco se transforma en un par de casas, crece hasta convertirse en una utopía suburbana y, finalmente, se materializa en una floreciente metrópolis virtual llena de habitantes conocidos comúnmente como «Sims». Los retos de planificación de la ciudad en el juego van desde lo prosaico, como la recaudación de impuestos y la construcción de una red eléctrica, hasta obstáculos fuera de este mundo, como los ataques de ovnis.
Más de 30 años después de aquel lanzamiento inicial, los tecnólogos actuales proponen una visión en la que los jugadores no sólo controlan a los personajes de los Sims, sino que se convierten en ellos.
«Internet abarca hoy 200 países, 40.000 redes diferentes, millones de servidores, miles de millones de sitios web, decenas de miles de millones de dispositivos diferentes y miles de millones de personas distintas«, afirma Matthew Ball, inversor de capital riesgo y autor de un nuevo libro titulado The Metaverse: And How it Will Revolutionize Everything. «Pero es principalmente en 2D. No hay una experiencia sincrónica en vivo a la que estemos todos conectados. Todos estamos tirando de datos», añadió.
Las ciudades inteligentes en el metaverso
Por el contrario, un metaverso sería una versión en vivo y en 3D de ese Internet, y la tecnología tendrá que ponerse al día, dice Ball. Como prueba de ello, el director general de Meta Platforms Inc. Mark Zuckerberg, director ejecutivo, fue objeto de numerosos memes y burlas este mes cuando publicó un primitivo «selfie» del metaverso al anunciar la expansión de Horizon Worlds de la empresa. (Presentó un avatar actualizado días más tarde y prometió que se producirían mejoras). En mayo dijo que planea invertir fuertemente en mundos virtuales que perderán mucho dinero a corto plazo.
Muchos están siguiendo la estrategia de inversión de Zuckerberg, aunque algunos expertos del sector predicen que el metaverso puede tardar décadas en hacerse realidad. Más allá de las empresas, algunas ciudades ya están intentando hacer realidad esos mundos desarrollando activamente entornos virtuales para los ciudadanos. Seúl, que ocupa el cuarto lugar en la clasificación de Economist de ciudades con capacidad digital, ha invertido unos 3 millones de dólares en la «Metaversa Seúl» como parte de su plan Vision 2030. Aunque sólo se ha lanzado un piloto para teléfonos inteligentes, los planes para el servicio incluyen un ayuntamiento virtual y un espacio para acoger y asistir a eventos culturales.