En la última década, la mejora en los procesos de big data, ha supuesto una transformación en el mundo digital. Una auténtica revolución dentro del mar de datos global para conseguir saber las tendencias, usos o costumbres de nuestros hábitos en la red. Por supuesto, el fin el de ofrecernos mejores productos y servicios desde la especialización y preferencias personales. Evidentemente, especializarse y concretar los gustos de cada consumidor, supone un desafío máximo para las empresas, que deben gestionar de acuerdo con la ley, toda la información para crear campañas de marketing y publicidad más eficientes, independientemente de a qué sector se dediquen.
Big Data en la industria de los juegos online
Uno de los sectores donde el big data está teniendo mayor impacto es en el de juegos online en todas sus variantes. La manera en la que jugamos en la red ya sea de forma individual o conectados en grupo, envía una cantidad de información que las empresas aprovechan para desarrollar productos y mejoras para satisfacer nuestra experiencia. Por ejemplo, en el sector de los videojuegos, empresas como Ubisoft, solicitan personas que prueben juegos que ni siquiera están en mercado y observan sus reacciones bajo programas de reconocimiento facial. O las empresas desarrolladoras de aplicaciones móviles, donde el big data es básico para la actualización y creación de nuevos productos.
Dentro del ocio online, las apuestas y casinos también necesitan del big data. Por un lado, se necesita información de datos operativos y por otro de seguimiento de los clientes, en cuanto a que tipo de flujo de dinero utiliza, o cuál es su máquina slot favorita por ejemplo en William Hill. Esto es importante no solo a nivel de implementación de estrategias de marketing, sino también para cumplir estándares de seguridad de clientes, control de ludopatías, limitaciones de cuentas o prevenir blanqueos de capitales. En lo referente a apuestas deportivas y pronósticos, grandes bases de datos estadísticos son fundamentales. Las casas necesitan ofrecer unas cuotas acordes a la realidad probabilística de cada evento. Las páginas de pronósticos deportivos necesitan datos e histórico para emitir sus tips. Incluso los jugadores y paginas relacionaos con eventos de póker necesitan información detallada del tipo de juego o costumbres de los jugadores, lo cual ayuda a implementar nuevas estrategias.
Y en el deporte fuera de la red, también estamos en una época de apogeo del big data. En un entorno tan profesionalizado, recabar datos de la forma física de tal jugador, o estadísticas del juego del próximo rival, son ya una realidad en el día a día de clubes de alto nivel. Incluso en deportes de nuevo cuño, como los e-sports, su propia naturaleza digital hace que el uso de datos y estadísticas sea lógico. El rendimiento de un miembro de un equipo en determinado videojuego, las estrategias de contrincantes o incluso el control de constantes vitales son contabilizados como información relevante.
Datos con futuro
El impacto pues del big data, además de necesario, puede considerarse positivo. Profesionales específicos para este sector son buscados por muchas empresas, lo cual abre un abanico laboral antes desconocido. Y más allá de la propia recopilación de datos, las empresas deben adecuar el marco legal para cumplir con las leyes de protección de estos. Todo ello con el fin de encontrar para el cliente potencial el producto o servicio perfecto y específico para cada necesidad y momento.