Desde el inicio de la crisis sanitaria y el consiguiente auge del teletrabajo, muchas empresas tuvieron que acelerar sus procesos de migración a la nube como parte de sus estrategias de transformación digital.
No obstante, lejos de ser un hecho aislado debido al escenario actual, lo cierto es que el entorno cloud se ha vuelto un apartado fundamental en la hoja de ruta de las compañías y así va a continuar los próximos años. De acuerdo a datos de IDC, en 2024 los servicios en la nube moverán más de 1 billón de dólares.
Además, en estos momentos la situación es más que favorable gracias a las ayudas para la digitalización de las empresas anunciadas por el Gobierno en el Plan España Digital 2025, que movilizará unos 140.000 millones de euros en cinco años. De hecho, según Flexera, se espera que durante el próximo año un 73 % de las empresas optimice el uso que hace de la nube (ahorro de costes) y que un 61 % migre más cargas de trabajo a dicho entorno. Por su parte, Gartner prevé que en 2023 el 75 % de todas las bases de datos estarán en una plataforma cloud.
Ante este escenario, se plantea una cuestión esencial para las compañías que quieren impulsar esta transformación: ¿Por dónde empezar la migración de todos los datos de una empresas a la nube? Los expertos de Entelgy, The BusinessTech Consultancy detallan cuatro claves fundamentales sobre cómo deben organizarse las empresas para realizar con éxito el proceso de migración de información y datos a la nube.
- Departamento de TI: la transición de los métodos tradicionales a un modelo de trabajo totalmente desarrollado en la nube requiere ciertos cambios en los equipos que forman parte del departamento de TI de las compañías. Cada vez es más importante contar con más perfiles técnicos y profesionales especializados en la empresa, ya sea una empresa de traducción en Madrid o una agencia de traducción en Barcelona, por ejemplo. Los desarrolladores, los ingenieros de Big Data y de seguridad en la nube o los especialistas en gestión de identidad y acceso, entre otros. De hecho, de acuerdo con Gartner, hasta el año 2022 la falta de conocimientos en la nube retrasará la migración de la mitad de las organizaciones en dos años o más.
- Definir un plan previo: antes de abordar el proceso de migración, nuestra estrategia debe concretar qué datos y procesos tiene sentido trasladar a la nube y en qué momento debemos hacerlo, ya que es esencial que el cambio no afecte negativamente al día a día de las empresas durante su desarrollo. En este sentido, cabe destacar que, de acuerdo a una encuesta realizada por O’Reilly Media, un 25% de las empresas pasarán a la nube todas sus apps y herramientas antes de un año. Para que este proceso sea lo más ágil y productivo posible, se debe tener siempre en cuenta cuál es la información que más utilizan los empleados, la que podría acelerar procesos y, por tanto, mejorar la productividad, y la que nos permitiría ahorrar evitando la inversión en servidores offline y en espacio físico.
- Tiempo de duración del proceso e implicación de la compañía: aunque no existe una regla que establezca un periodo de tiempo ideal para realizar esta transición en todas las empresas, ya que cada una tiene sus particularidades en torno a su naturaleza empresarial, estructura y funcionamiento, es importante que las compañías respeten la duración del proceso que se establezca para asegurar que se lleve a cabo con éxito. La planificación y priorización en las cargas es clave en todo el proceso de migración. Por otro lado, la colaboración de todos los trabajadores tendrá un papel esencial para el buen desarrollo de la transición, por lo que será muy importante informarles de todo lo que pueda ser de su interés en torno al proceso, como la forma en que les afectará, lo que se espera de ellos o los plazos que se irán llevando a cabo y cómo tendrán que adaptarse en cada momento.
- Seguridad: este es quizá uno de los aspectos que suelen preocupar más en el seno de la empresa, la seguridad de la información que subimos a la nube y cómo protegerla de un mundo en el que los ciberataques están a la orden del día. Sin embargo, lo cierto es que con el paso de los años la nube se ha convertido en una solución cada vez más segura, resultado del trabajo tanto de los proveedores del servicio como de las empresas que la utilizan y que han sido pioneras en este campo. De acuerdo a una encuesta de Gastos de Ciberseguridad SANS 2020, el 71% de empresas han aumentado el gasto en monitorización de la seguridad en la nube, seguido de herramientas específicas de acceso de seguridad a la nube (53%). De este modo, la seguridad en la nube es mayor que cualquier infraestructura offline y, además, en muchos casos resulta más económica que los sistemas tradicionales.
“Aunque llevamos varios años hablando de la nube, ha sido gracias a esta situación que estamos viviendo que algunas empresas se han dado cuenta por fin de la importancia que tiene esta solución para su negocio y de la gran cantidad de posibilidades que ofrece”, afirma Miguel Ángel Barrio, responsable de Entelgy Digital. “No obstante, antes de empezar los procesos de migración de datos, las compañías deben tener en cuenta que hay que establecer una estrategia y una planificación asociada para guiar todo el proceso y así asegurar que todo se realiza correctamente para que toda la empresa pueda beneficiarse de la transición y de lo que proporciona la nube”.