El proyecto Maquet ha sido desarrollado por el hacker y director global de Consumo Digital de Telefónica, Chema Alonso, en colaboración con el escritor Arturo Pérez-Reverte.
Cuando Chema Alonso se preguntó en septiembre del pasado año si una máquina podría ser capaz de escribir como el periodista, ya tenía en mente el proyecto Maquet. Después de pedirle permiso a Pérez- Reverte, él mismo elaboró un pequeño relato sobre dos de los personajes de El Capitán Alatriste, Iñigo Balboa y Gualterio Malatesta. El objetivo, mostrarle a una Inteligencia Artificial el texto para que lo adaptara al estilo del escritor.
“Estamos en un momento en el que la IA está presente en cada rincón de nuestras vidas. En un futuro, será capaz de escribir en español y queremos que lo haga correctamente, por eso desde Telefónica realizamos este tipo de pruebas. Lo que nosotros hemos hecho no es desarrollar una IA que creara el texto desde cero, sino una que ayude a copiar el estilo de un autor para lograr que cualquier texto que quieras escribir pueda convertirse al estilo que desees”, aclara Chema Alonso.
Cómo entrenar a la IA Maquet
Para hacerlo han empezado por las novelas de El Capitán Alatriste. “A la hora de entrenar a la IA, además de mostrarle las novelas de Pérez-Reverte, también hemos tenido que enseñarle El Quijote, La Sombra del Águila y Cabo de Trafalgar. Necesitábamos enriquecerla con más vocabulario y, por otro lado, es literatura referente para el escritor”, asegura el hacker.
Por su parte Arturo Pérez-Reverte ha admitido que este proyecto le ha divertido y que abre puertas muy interesantes. “No es la herramienta en sí lo más relevante, sino las posibilidades que tiene. No se trata de copiar a un autor, sino de ver qué mecanismos puede aportar para lograr que el resultado sea mejor”, afirma el escritor y periodista. “La IA puede convertir a un escritor mediocre en un novelista que pueda comparase con Conrad, Dumas o Flaubert”, añade.
«Maquet no podrá sustituir al novelista»
Para Arturo Pérez-Reverte hay un hándicap y es que “la literatura tiene creatividad, intuición, talento y error. La máquina de ajedrez se hizo buena cuando introdujo el error. Ahí empezó a parecerse al hombre. Una máquina nunca tendrá tu infancia, tus amores, tus odios o tus fracasos y eso es fundamental para escribir. Hay aspectos imponderables que la IA no puede reflejar, como los estados de ánimo. Si logra hacerlo algún día, entonces será diferente, mientras tanto, es solo una herramienta fría”.
Aunque no sustituya al autor, lo que está claro es que esta idea perfeccionada tendrá un posible papel en otros ámbitos, por ejemplo, la educación. En este sentido, Chema Alonso comenta “desde el punto de vista lúdico, es perfecta para enseñar. Dentro de cinco años, quién sabe, puede haber libros completos escritos por Inteligencia Artificial”. Arturo Pérez-Reverte añade “una herramienta de este tipo estimula, acerca, abre. En manos de un buen profesor, puede hacer muchas cosas”.